C onsolidado el cambio del rumbo en el PP. Pablo Casado escenificó ayer ante la Junta Directiva Nacional popular su regreso a la moderación. «Somos un partido de plazas anchas, no de trincheras estrechas», sentenció en un llamamiento a los suyos a dejar a un lado la crispación enfrentamiento que han caracterizado la estrategia de la formación los últimos meses.

La cúpula conservadora certificó los cambios orgánicos propuestos por el líder del PP, en los que destaca la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz parlamentaria, para marcar el camino a seguir. La intención de Casado, al menos la que dejó clara cara a la galería, es distanciarse de la línea radical de Vox, que el PP sea un proyecto «de centro, reformista y liberal» y prepararse para regresar al Gobierno lo antes posible.

«Tenemos que evitar el error fatal de pensar que para defender las convicciones hay que cavar trincheras y utilizar palabras como puños. No es así», insistió Casado defendiendo, de manera clara, la necesidad de abandonar la confrontación. En este sentido, el líder del PP resaltó la importancia de poner distancias con el extremismo de Santiago Abascal: «El PP no tiene vocación de minoría indomable, tiene vocación de mayoría imbatible y las mayorías se construyen sumando, y se suma alrededor de un proyecto claro y centrado».

La reunión de la Junta Directiva Nacional del PP tuvo como principal objetivo aprobar los cambios orgánicos propuestos por Casado. El líder enmarcó el cese de Álvarez de Toledo y el nombramiento de Cuca Gamarra como nueva portavoz en el Congreso en un proceso de «renovación con experiencia». «Gracias por todo Cayetana, esta será siempre tu casa y puedes contar conmigo para lo que quieras», dijo sobre la destitución de la aún diputada. No obstante, Casado mandó de manera velada algunos mensajes a Álvarez de Toledo tras sus airosas declaraciones. Así, recalcó su «firme compromiso de dar la batalla de las ideas y de la libertad frente a los nacionalistas, populistas y radicales». Algo que la exportavoz puso en duda el pasado lunes.

Además, la dirección aprobó el nombramiento del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como portavoz nacional. Un cargo de nueva creación que, según el organigrama facilitado por el PP, situaría al regidor como número tres del partido.

No obstante, las críticas del líder del PP hacia el Gobierno de Pedro Sánchez continuaron como en anteriores ocasiones. Para el dirigente conservador, la legislatura está «rota» debido a los «errores e improvisación» del Ejecutivo de coalición.

«Vamos a volver al Gobierno muy pronto», animó a su equipo antes de señalar que el PP no será «una muleta sustitutoria» y un «recambio de Podemos» que pueda usar el PSOE para aprobar los Presupuestos Generales del Estado y continuar la legislatura. «Vamos a recuperar el rumbo histórico de la mejor nación del mundo», concluyó. H