Pablo Casado ha aterrizado este miércoles en Barcelona para situar al presidente de la Generalitat, Quim Torra, como el "pulmón" de un Gobierno de Pedro Sánchez. "El presidente en funciones está en manos de si Torra decide apretar o no esta semana", ha espetado, y le ha hecho "responsable" de "cualquier altercado" que pueda suceder durante la jornada de reflexión, ya que el soberanismo civil ha preparado actividades en las plazas de varios municipios.

El líder popular ha culpado a los socialistas del transcurso del 'procés' desde la sala contigua al Saló del Tinell, lugar donde hace 16 años se firmó un acuerdo entre PSC, ERC e ICV para impulsar un gobierno catalanista de izquierdas, el 'tripartito': "Ese sectarismo suicida hizo que la conformación del gobierno marginara con un cordón sanitario al PP", ha arrancado. Pero más allá de este episodio, Casado quiso fijarse en el discurso que dio el ahora Rey Emérito en el 1976 en defensa de Cataluña como "puerta de España". "Ya advertimos de que antes de romper España se rompería Cataluña", ha apuntado, y ha criticado de Sánchez se "deba" a los apoyos de los que "hicieron un golpe de Estado". "No hay nada más patriótico que echar a Sánchez", ha sentenciado.

El objetivo de Casado es que "el independentismo pierda toda esperanza". "Quieren que siga Sánchez por eso mismo, tienen esperanzas de seguir con su estrategia de ruptura", ha proclamado, erigiéndose como garante de la legalidad y un obstáculo contra las aventuras soberanistas.

Casado ha insistido en sus preguntas a Sánchez, eludidas por el socialista: "¿Cuántas naciones hay en España?, ¿Qué es un Estado plurinacional?, ¿Es Cataluña una nación?, ¿Va a volver a pactar con Torra y Junqueras si le hiciera falta a partir del próximo domingo?, ¿Qué opina usted de las cifras del paro?", ha insistido, para sentenciar que Sánchez "miró al papel garabateando su testamento político".

No se ha olvidado de la polémica que persigue al postulante socialista por haber sugerido que el Gobierno puede tener injerencias en la Fiscalía. "Si me lo creyera, ¿por qué entonces no está actuando ya contra el señor Torra? Si no es así, como dicen los fiscales, espero que el Gobierno respalde su actuación", ha afirmado.

LOS "INFILTRADOS"

La número uno por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, ha tachado a los socialistas de "infiltrados" porque "el PSC no es un partido de izquierdas con simpatías en el nacionalismo, sino nacionalistas que militan en la izquierda para que el nacionalismo pueda completar su operación de enmascarar su profundo carácter antiigualitario y segregador". "Todo el que rechace el nacionalismo y defienda y ame la igualdad tiene que impedir que siga el PSOE en el poder", ha resuelto, ovacionada por unas cincuenta personas.

También ha cargado contra Ciudadanos por no haberse coaligado bajo las siglas de España Suma y ha advertido a los naranjas de que "si la autocrítica no te la haces, te la acaban haciendo los votantes". "Cs debería reconocer que cometió un error muy importante al no presentarse a una investidura después de haber ganado las elecciones en Cataluña", ha lanzado a Inés Arrimadas. En cuanto a Vox, ha sostenido que les "reprocha" su "desistimiento constitucional".

Los populares han repescado el espaldarazo de la exdirigente de UPyD, Rosa Díez, que también ha intervenido en el acto para cuestionar el "progresismo" del PSOE: "Quien gobierna España es el aliado de los enemigos de España y me duele que no haya alguien dentro del PSOE que se lo diga", ha enfatizado, y ha pedido el voto para Casado: "Estoy aquí porque me da la gana, porque no soy neutral, por España y porque quiero que ganes las elecciones".