Mariano Rajoy compareció cerca de las ocho y media de la tarde del viernes en la Moncloa para anunciar las primeras decisiones encaminadas a intervenir la Generalitat de Catalunya. Un Consejo de Ministros extraordinario aprobó cinco decretos en los que se incluyen la convocatoria de las elecciones, el 21 de diciembre, y el cese del Gobierno de Carles Puigdemont al completo y todos sus asesores (141 trabajadores eventuales). Además, en esta primera fase, Rajoy también ha tomado el control de los Mossos y ha bloqueado las 'estructuras de Estado' en el extranjero, para lo que ha ordenado cerrar todas las delegaciones menos la de Bruselas.

La destitución de Puigdemont, Oriol Junqueras y los 'consellers' será un hecho cuando el decreto aprobado por el Ejecutivo central salga en el Boletín Oficial del Estado. Según fuentes de la Moncloa, todas las medidas serán publicadas en ese documento oficial el sábado. Al acabar la intervención de Rajoy, uno de esos portavoces se negó a comentar la posibilidad de que los miembros del Govern se resistan a ser destituidos. "No tendrán sueldo, no podrán firmar nada y sería una usurpación de funciones", se limitó a decir esa fuente oficial. Ese delito está tipificado en el Código Penal en el artículo 402, que define la usurpación de funciones públicas como "el que ilegítimamente ejerciere actos propios de una autoridad o funcionario público atribuyéndose carácter oficial". Y añade que "será castigado con la pena de prisión de uno a tres años".

Los ministerios, las nuevas 'conselleries'

En el área de Interior, Rajoy se ha asegurado el control de la policía autonómica desde el primer momento y mandó cesar al secretario general de Interior de la Generalitat, César Puig, y al director general de los Mossos d'Esquadra, Pere Soler. El 'major' de los Mossos, Josep Lluís Trapero, investigado por sedición, sigue en su puesto "por ahora", apuntó el portavoz de Rajoy y dio una razón: "Su nombramiento depende del responsable de Interior". Y ese cargo lo va a ocupar el titular de ese área en el Gobierno central, Juan Ignacio Zoido, ya que los ministerios asumen a partir de ahora la dirección de las conselleries.

Los delegados de Bruselas y Madrid

Rajoy también comunicó que se cerrarán las delegaciones en el extranjero, menos la de Bruselas. Esto afecta a representaciones de la Generalitat en Alemania, Francia y Suiza, Reino Unido e Irlanda, Austria, Italia, Unión Europea y Estados Unidos. En este apartado también anunció la destitución de los delegados en Bruselas, Amadeu Altafaj, y Madrid, Ferran Mascarell, y la "extinción" de Diplocat, la entidad público-privada para impulsar la proyección internacional de Catalunya. Esta reestructuración se hace al amparo de uno de los puntos del paquete de medidas del 155 aprobado en el Senado en el que se habilita a Rajoy a "modificar" los "departamentos, las estructuras orgánicas y de los organismos, entes y entidades vinculadas o dependientes de la Generalitat".

El Consejo de Ministros también acordó cerrar el Consell per a la Transició Nacional, creado en 2013 para asesorar a la Generalitat en el proceso de independencia.