Hemos visto cosas impensables en el Parlament», avisó ayer Inés Arrimadas. Lejos de dar por hecho un Gobierno catalán independentista tras la mayoría absoluta de JxCat, ERC y la CUP en las elecciones, la candidata de Ciutadans trató de sembrar dudas sobre la unidad del soberanismo al resaltar que estos partidos salen de los comicios «con menos apoyos, menos escaños y menos cohesión». No quiso ir más allá la dirigente naranja. No quiso especular siquiera con otro adelanto electoral (la única alternativa plausible), pero agregó: «Vamos a ver si esos tres partidos pueden seguir con su aventura».

En una rueda de prensa en el Hotel Catalonia Plaza de Barcelona, lugar donde celebraron su victoria en votos y escaños la noche del jueves. Arrimadas compareció con Albert Rivera con el objetivo de remarcar que Ciutadans «no tira la toalla» y de perseverar en la idea de que «los nacionalistas salen menos cohesionados» de los comicios pese a retener la mayoría. Una mayoría que la candidata atribuyó por completo a la «injusta» ley electoral.

LA LEY ELECTORAL / «Es evidente que Cataluña sigue en la inestabilidad por una ley electoral que hace que estos señores [independentistas] tengan más escaños que votos en la calle. Somos la única comunidad autónoma que no tiene una propia y que se basa en una ley española, española, pero esa no la quieren cambiar. Jugamos con las cartas marcadas», se lamentó.

Si los comicios se hubieran celebrado por cincunscripción única, la suma de JxCat, ERC y CUP hubiera quedado en 66 escaños, pero el mayor valor de los sufragios en las comarcas menos pobladas les ha permitido rebasar el listón de los 68.

Los naranjas, que han pasado de 736.364 votos en el 2015 (el 17,9%) a 1.102.09 (el 25,37%), han forjado su triunfo en las localidades más habitadas de Cataluña. Han ganado en tres de las cuatro capitales de provincia y han quedado segundos en Gerona, por delante de ERC. En Tarragona ciudad han conseguido que uno de cada tres votantes apostara por ellos, y lo mismo ha sucedido en lo que allá por la prehistoria de la política catalana se denominaba cinturón rojo. Santa Coloma de Gramenet (35,47%), L’Hospitalet (33,39%), Cornellà de Llobregat (33,43%) y Badalona (con un 31,04% que ha dejado al PPC del exalcalde Xavier García Albiol en último lugar) son solo algunas muestras del sunami.

CONTRA PP Y PSOE / Precisamente, tanto populares como socialistas han recibido alguna que otra pulla tanto por parte de Arrimadas como de Rivera. «Ha sido una pena que los dos partidos del bipartidismo no hayan podido sacar mejor resultado. Nosotros hemos hecho los deberes y tenemos un proyecto para toda España que no se contenta con el inmovilismo», sentenció la presidenciable de Ciutadans pensando en clave estatal. «El Partido Popular, el PSOE y Podemos tienen juntos menos escaños que nosotros», le acompañó en su reflexión el líder del partido.

Albert Rivera no quiso entrar en si habría que adelantar las elecciones generales al Congreso de los Diputados («eso le corresponde al presidente» Mariano Rajoy, se limitó a contetar), pero sí sacó pecho al remarcar que ellos son «el partido de la estabilidad» y que exigirán al Gobierno conservador que cumpla todos los puntos de su acuerdo de investidura, «ahora más si cabe todavía».

Además, en otro toque de atención a los populares, recuperó el mensaje de que «a España le falta un proyecto de futuro que ilusione», una hoja de ruta que para ellos no pasa en ningún caso por hacer cualquier concesión a los independentistas. «Esta legislatura tiene un problema que se llama nacionalismo y no se soluciona mirando a otro lado como el PP ni copiando al nacionalismo como ha hecho el PSC», aseveró en otro guiño a sus votantes y a los del PP de toda España.

Preguntada Arrimadas si debe levantarse la aplicación del artículo 155 de la Constitución y el control de las finanzas de la Generalitat, señaló la líder de Ciutadans que la gestión de ambas medidas corresponde al Gobierno de Mariano Rajoy.