Las encuestas preelectorales auguran escenarios muy diversos. Sin embargo, hay algo en lo que todas están de acuerdo: el tiempo de las mayorías absolutas en España se ha terminado. El próximo Gobierno será fruto de un pacto, ya sea de investidura o de una colaboración más a fondo, y las preferencias de los ciudadanos están divididas. Sorprende, sin embargo, el amplio rechazo que suscita la fórmula que se ha establecido en la Junta de Andalucía: más de dos tercios de los electores se oponen a que Pablo Casado llegue a la Moncloa si lo hace apoyado por Ciudadanos y Vox.

La opción que concita más apoyo, según la encuesta del Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP) para el Grupo Zeta, es un acuerdo entre el PSOE y Podemos. Casi la mitad de los consultados (un 48,9%) aprobaría un gobierno formado por los dos partidos de izquierda. Además, es el único pacto propuesto que tiene más partidarios que detractores (un 47,6%). Sin embargo, el sondeo pronostica que las fuerzas encabezadas por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no alcalzarán la mayoría absoluta: aunque las expectativas de los socialistas siguen creciendo, la debilidad de Podemos deja la suma de esos partidos en 166 escaños, en el mejor de los casos. Son diez diputados menos de los necesarios.

El segundo escenario en las preferencias de los españoles es aún más improbable. Un pacto entre el PP y Cs estaría apoyado por un 45,3%, mientras que algo más de la mitad de los encuestados (un 50,5%) lo rechazarían. Es el modelo que prefieren los votantes de esos dos partidos: lo aprueba el 90,3% de los populares, y el 72,1% de los del partido de Albert Rivera. Pero la encuesta del GESOP deja la suma de esas dos formaciones en 137 escaños, en el mejor de los casos.

Para tener alguna opción de gobernar -aunque ni por esas, según el sondeo- les haría falta un tercer invitado, más bien incómodo. Y las respuestas de los electores de Ciudadanos se apartan de las de los del PP en una pregunta clave: ¿qué pasaría si ese eventual Gobierno precisara del apoyo de Vox para constituirse, como ha pasado en Andalucía? A los populares les parecería mayoritariamente bien: dos tercios de sus votantes aprueba la fórmula para desalojar a Sánchez de la Moncloa.

Pero los electores de Ciudadanos rechazan con claridad repetir la experiencia andaluza: un 53,1% rechaza apoyarse en la formación de ultraderecha, por un 42,8% que lo aceptaría.

Quizás porque conoce este dato, Rivera lleva unos días marcando distancias con Vox. «No van a estar en el Gobierno, hay cosas que han dicho que no me gustan un pelo», afirmaba en La Sexta el líder de Ciudadanos. Y quizás porque también intuye la urticaria que despertaría en muchos españoles un Ejecutivo apoyado por el partido de Santiago Abascal el PSOE ha puesto el acento durante la precampaña en la posibilidad de la llegada al poder de «la triple derecha».

En cuanto a los pactos que tienen más opciones reales de concretarse, con los números en la mano, los encuestados preferirían un Gobierno del PSOE y Ciudadanos (un 42,9% lo aprueba frente al 52,5% que lo rechaza) a uno que juntase a socialistas, Podemos y partidos nacionalistas (un 37% está a favor, un 58,6% en contra). Los electores del PSOE también prefieren un acuerdo con Cs (un 64,3% lo apoya) que uno con Podemos y la amalgama de formaciones que propiciaron el éxito de la moción de censura contra Mariano Rajoy, que tiene más detractores que partidarios.

La fórmula con participación nacionalista, sin embargo, arrasa entre los votantes de Esquerra y los que en el 2016 apoyaron a Convergència, que concurre a las elecciones del 28 de abril bajo el paraguas de Junts per Catalunya. Un 78,5% de los republicanos y hasta un 81,8% de los posconvergentes apoyaría un pacto de sus partidos con Sánchez e Iglesias.