El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general Félix Sanz Roldán, ha garantizado este jueves que todos los procesos electorales que se celebren este año estarán protegidos de ciberataques, aunque lo ha distinguido de las posibles 'fake news', "que pueden existir y contra las que habrá que estar prevenido".

Sanz Roldán ha comparecido en el Congreso ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de Seguridad Nacional del Congreso de los Diputados para hablar de la situación de España en ciberseguridad y ha abordado las próximas citas electorales, del 26 de mayo para municipales, autonómicas y europeas y pendientes de la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre un posible adelanto de las elecciones generales.

En este sentido, el director del CNI ha asegurado que el recuento electoral o la comunicación de los datos, que se hace por medios telemáticos, no sufrirán ninguna alteración debido a ciberataques igual que no ha sucedido hasta la fecha en anteriores comicios.

UN CENTENAR DE CIBERATAQUES EN EL 2018

España sufrió el pasado año 102 ciberataques considerados "graves", donde se pueden ver afectados ministerios o infraestructuras críticas, que son los que preocupan al CNI.

Según ha detallado Sanz Roldán, solo en el pasado mes de enero el CNI tuvo constancia de 4.000 ciberincidentes. Durante todo el año 2018 fueron 38.000 incidentes, aunque la mayoría de ellos no tuvieron importancia "desde el punto de vista de la seguridad o de forma automática se van neutralizando".

Entre los ciberataques ha señalado que, por ejemplo, hay muchas acciones de espionaje industrial, como una empresa española de infraestructuras que se encontró con que su proyecto para la construcción de una autopista en otro país era presentado idéntico por otra compañía pero "un poco más barato".

Sanz Roldán ha reducido a dos ámbitos la labor de la que debe ocuparse la ciberseguridad: quienes quieren obtener información sin invertir en I+D+i y quienes quieren provocar "desestabilización" en la forma de vida de un país.

En este contexto, ha recomendando abordar una serie de reformas legales tanto en el ámbito nacional como en el internacional. En primer lugar, ha emplazado a los grupos parlamentarios a legislar sobre la protección de los dispositivos usados por los pequeños consumidores, como los ordenadores personales o las tabletas. "Cuando compras una tableta, solo tiene exigencias de seguridad la batería", ha lamentado.

También cree conveniente una actualización de la Carta de Naciones Unidas para incluir una regulación de los ciberataques a los países para "reconocer qué es una agresión y la capacidad de un Estado para defenderse".Además, ha apostado por una regulación sobre el uso de los datos de los usuarios, aunque también ha hecho una llamada de atención a los propios usuarios sobre el uso que hacen de la red sin preocuparse por su seguridad.

Para ilustrar este aviso, ha recordado la experiencia de una investigación en Italia que abrió una web de contactos en la que, entre sus condiciones de uso, se había incluido la venta del alma al diablo. "En la primera hora, 7.500 personas dijeron que sí", ha revelado haciendo una llamada de atención sobre las aplicaciones que se utilizan en los teléfonos móviles.