El Ayuntamiento de Barcelona acordó el pasado martes qué estrategia seguir para que el uso de dependencias municipales como espacios de votación no ponga en peligro, como prometió la alcaldesa Ada Colau tras su acuerdo con Carles Puigdemont sobre el 1-O con , a los funcionarios municipales y a la propia institución. En una reunión a la que asistieron el secretario general del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Cases, los secretarios de cada distrito y la directora de coordinación y proyectos estratégicos, Pilar Soldevila, se redactó un modelo de respuesta ante la hipótesis de que el gestor de algún equipamiento municipal pida permiso o comunique que abrirá las puertas como colegio electoral. La respuesta mide una a una las palabras para, llegado el caso, evitar que la justicia pueda actuar contra algún responsable del gobierno de la ciudad.

La medida no está concebida para las escuelas que habitualmente ya son utilizadas como colegio electoral, pues estas dependen de la Conselleria d’Ensenyament, sino para un reducido número de equipamientos, como guarderías y centros cívicos, por ejemplo, que también participan en las citas electorales.

La lista de colegios

En la reunión se anotó en primer lugar, a modo de argumentario, que “el ayuntamiento no tiene de forma oficial un listado de los colegios electorales”, es decir, no sabe más de lo que puede saber un ciudadano, que puede introducir su número de DNI en una web creada por la Generalitat y conocer así su punto de votación. La lista de colegios electorales, pues, no le ha sido facilitada al ayuntamiento.

A su manera, los responsables municipales de cada distrito están en modo espera. Las llaves de los equipamientos están en manos de quienes a diario los gestionan. Puede ocurrir que el domingo decidan abrir las puertas sin comunicar previamente al ayuntamiento sus intenciones. En este caso y ante un juez, el ayuntamiento podría alegar desconocimiento. La otra alternativa más probable es que los responsables de los equipamientos públicos se pongan en contacto con algún cargo municipal para realizar consultas al respecto. Para prevenir esa eventualidad se convocó precisamente la reunión del martes.

Respuesta escueta y concisa

En caso de consulta, el ayuntamiento responderá con una carta de dos únicos puntos. Primero: “El Ayuntamiento de Barcelona no ha redactado ninguna resolución administrativa ni ha llevado a cabo ninguna actuación material dirigida a la organización del referéndum del día 1 de octubre. En este sentido no ha formalizado ninguna cesión de locales de titularidad municipal”. El segundo punto remacha el primero: “El Tribunal Constitucional, en sus resoluciones publicadas en el BOE el día 8 de septiembre, ha suspendido las normas vinculadas al referéndum de autodeterminación de Catalunya y ha dirigido un correlativo mandato de impedir o paralizar cualquier iniciativa que suponga ignorar o eludir la suspensión acordadad”. Esa respuesta, que llevará estampada la firma del gerente del distrito, no prohíbe expresamente el uso de un equipamiento municipal como colegio electoral. Tampoco lo fomenta. Sencillamente expone cuál es la situación desde el punto de vista jurídico.

En la reunión se trataron de cubrir todas las posibles vías de agua. Así, se acordó también qué respuesta deben dar los responsables de los distritos en caso de que los gestores de un equipamiento realicen la consulta de forma verbal y no por escrito. Para una situación así, el interlocutor municipal se limitará a leer el primer párrafo del texto, el que se subraya que el ayuntamiento no ha cedido administrativamente sus locales para el referéndum.

L'Harmonia y el Ateneu de Nou Barris, dos ejemplosLHarmonia, en Sant Andre, uno de los espacios de votación de titularidad municipal.

El Ateneu l'Harmonia, de Sant Andreu de Palomar es un ejemplo de edificio de titularidad municipal que el próximo domingo está previsto que se abra al público como lugar de votación. La comisión gestora de este espacio ya se ofreció días atrás como colegio electoral y, efectivamente, como han posido comprobar algunos ciudadanos con su DNI, ese es el lugar en el que deberían depositar su voto. También el Ateneu Popular de Nou Barris, que este 2017 cumple 40 años, se ofreció para albergar urnas. No es ningún secreto. El ofrecimiento se hizo en ambos casos en público. Una cuestión distinta es si han comunicado o no al ayuntamiento de propósito de forma oficial.