El proceso por la demanda civil presentada en Bélgica por el expresidente catalán Carles Puigdemont y cuatro de sus 'exconsellers' contra el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena arranca este martes con una vista preliminar en la que las partes tendrán un "primer contacto" para presentar sus alegaciones.

La vista ha comenzado a las 8.45 horas y una de las cuestiones clave que se va a tratar es si el juez belga tiene competencia para admitir a trámite la demanda, sustentada en una supuesta falta de imparcialidad y una vulneración a la presunción de inocencia por parte de Llarena.

Los demandantes reclaman a Llarena un euro por daños y prejuicios en una demanda con la que pretenden demostrar que la causa abierta en el Supremo por el 'procés' no está dirimiéndose con imparcialidad.

Para éstos, el juez belga debería admitirla a trámite porque se trata de una cuestión privada de Llarena, pero el Gobierno consideró su defensa una "cuestión de Estado" y aseguró que defendería hasta las últimas consecuencias la integridad y soberanía jurisdiccional, que pasa también por "defender la actuación jurisdiccional" del juez.

Para ello contrató a un bufete belga, Liedekerke Wolters Waelbroeck Kirkpatrick, con una provisión de fondos superior al medio millón de euros. Sus abogados han preparado durante los últimos días la estrategia de defensa de Llarena, dirigida por la abogada general del Estado, Consuelo Castro, y su equipo de confianza, según apuntan a Efe fuentes del Ministerio de Justicia.

IMPARCIALIDAD

Otro de los temas clave que se tratarán será el supuesto error de la demanda en relación con las palabras pronunciadas por Llarena durante una conferencia en Oviedo, en la que negó la existencia de presos políticos.

Llarena dijo: "No es el caso que estamos llevando ahora en el Tribunal Supremo. Se trata de comportamientos que aparecen recogidos en nuestro Código Penal y que, con independencia de cual haya podido ser la motivación que les haya llevado a las personas a cometerlos, si es que esto ha sido así, pues tienen que ser investigados".

Mientras que la traducción de la demanda al francés recoge al final de ese párrafo la expresión "y sí es lo que se ha producido, hay que hacer una investigación", que elimina el condicional de las palabras del magistrado.

Ni el expresidente de la Generalitat ni Llarena acudirán a la vista, según fuentes jurídicas, aunque sí han ido Toni Comín y Lluís Puig.

Según fuentes cercanas al caso, las primeras audiencias servirán para que las partes presenten escritos y entre vista y vista podrían pasar alrededor de dos meses, por lo que el caso podría alargarse en torno a un año.

Por otro lado, el edificio del juzgado ha aparecido esta martes lleno de lazos amarillos, coincidiendo con la vista preliminar. El CDR-Brussel·les, según ACN, ha colgado lazos en las barandillas de uno de los edificios del recinto judicial para reclamar la libertad "de los presos políticos y los exiliados catalanes". Los loazos han sido retirados poco después de las 8 de la mañana.