Las unidades especializadas en la lucha contra el terrorismo yihadista no han bajado la guardia durante el estado de alarma por el coronavirus, conscientes de que el grupo terrorista Estado Islámico está aprovechando este momento de «debilidad» y de confinamiento para reclutar adeptos y llamar a la acción a los «lobos solitarios».

Desde mediados de marzo solo han trascendido dos operaciones policiales en España contra el terrorismo de corte yihadista, lo que no quiere decir que las fuerzas de seguridad hayan relajado su vigilancia. Todo lo contrario.

Porque, según indican a la Agencia Efe fuentes de la lucha antiterrorista, mientras que de otras unidades de las fuerzas de seguridad del Estado y de la autonómicas se han destinado efectivos para vigilar el cumplimiento de las restricciones del estado de alarma, las dedicadas a combatir el terrorismo han seguido con su actividad y con todas sus «capacidades al cien por cien».

Las fuentes consultadas diferencian dos momentos para Estado Islámico desde que se desató la pandemia del covid-19. En un primer momento, hasta daba la impresión de que la organización terrorista estaba también en cuarentena, pero desde hace poco ha intensificado su actividad y está aprovechando esa «fragilidad» que ha provocado el coronavirus para «explotarla mediáticamente». Y justo lo está haciendo, añaden las fuentes, cuando confluyen en el tiempo el Ramadán y la pandemia.

Se han multiplicado los llamamientos a los radicales para perpetrar atentados, bajo el «paraguas» de que la seguridad en muchos países, sobre todo los más afectados por el coronavirus, puede estar «más distraída» y ocupada en otras labores.

El estrés del confinamiento aumenta, y, por tanto, las posibilidades de ser reclutado. «La gente es más vulnerable y susceptible», recuerdan las fuentes.