El 14 de octubre del año pasado Diego González, de 11 años, se tiró por la ventana del quinto piso de su domicilio familiar de Leganés. En el alféizar había dejado una nota. “Mirad en Lucho”. Junto al muñeco amarillo de los Lunnis, uno de sus favoritos, los padres hallaron un cuaderno en el que se despedía y contaba el porqué: “No aguanto ir al colegio y no hay otra manera de no ir. Por favor espero que algún día podáis odiarme un poquito menos”

Los padres están convencidos de que Diego fue víctima de acoso escolar, pero tres meses después, la investigación judicial se ha cerrado sin resultados. Para evitar que el asunto quede en el olvido, este miércoles han difundido la carta a través de la web de El Mundo. El impacto de la misiva ha logrado que en unas horas la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, aceptara recibir a los padres (lo hará el próximo lunes) y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) hiciera público que el juzgado de instrucción número 1 de Leganés estudia reabrir la causa.

Carmen González, la madre, sostiene que tanto el colegio como los organismos educativos del Gobierno regional han querido “tapar” el asunto “para que no salte y eludir responsabilidades”. El centro escolar es el concertado religioso Nuestra Señora de los Ángeles, en el barrio madrileño de Villaverde. Su dirección remite a la Consejería de Educación para cualquier información.

COMPORTAMIENTOS EXTRAÑOS

El niño no llegó a decirles nada ni tampoco se quejó en clase pero los padres venían detectando comportamientos extraños respecto al colegio desde hacía tiempo. Muchas veces le insistía en que no que ir a la escuela. En el curso pasado estuvo cuatro meses de baja por una afonía que los médicos atribuyeron a un estado de ‘shock’. Y el día antes del suicidio, cuando fue a recogerlo le pidió a su madre, angustiado, que corriera que quería salir ya. Cuando le preguntó que le pasaba no quiso contárselo.

En la carta queda claro que el niño no tenía nada contra su familia. Al contrario. Se despide de todos con frases cariñosas: «Papá, tú me has enseñado a ser buena persona y a cumplir las promesas (...). Mamá tú me has cuidado muchísimo y me has llevado a muchos sitios (...). Tata, tú has aguantado muchas cosas por mí y por papá (...). Abuelo, tú siempre has sido muy generoso conmigo y te has preocupado por mí.”

PRECEDENTE

Cuando después del suceso fueron a ver al director de la escuela, éste les aseguró que "nunca" había "pasado nada relacionado con el acoso escolar”. Una afirmación que “es mentira”, según la madre. “En este colegio están pasado cosas raras y, al menos, hay que investigarlo», según su marido. Días después del suicidio de Diego, trascendió que otra niña del colegio, María, había intentado quitarse la vida por acoso. «Los profesores dejaban que otras niñas me pegaran porque decían que eso me haría más fuerte», contó a la prensa.

El consejero de Educación, Rafael Van Grieken, sostiene que su departamento investigó a fondo, interrogando a padres, alumnos y profesores sin hallar indicio alguno de acoso escolar.