Uno de los mensajes recurrentes que los encarcelados por el proceso secesionista daban a sus interlocutores, en los días de visita, con la esperanza de que se lo hicieran llegar a Carles Puigdemont, era la petición de templanza. Sin verbalizar nada más, el contexto reflejaba claramente que el pulso constante del ‘expresident’ tenía sus repercusiones intramuros. A medida que el fin del plazo para investir a un presidente se acerca la inquietud de los encarcelados se acrecienta. Y no solo por su situación personal, también la perspectiva de no poder acabar con el artículo 155 que ensombrece el panorama político catalán y español.

La semana pasada, los presos del Junts per Catalunya, es decir, Jordi Turull, Jordi Sànchez, Joaquim Forn y Josep Rull pidieron por escrito al expresidente, según reveló Nació Digital, la formación de un Ejecutivo. Y ayer fue el exnúmero dos de Puigdemont, su exvicepresidente Oriol Junqueras, el que unió voz a la de sus compañeros en el Centro Penitenciario Madrid VII (Rull, Turull, Forn) y Madrid V (Sànchez). Un #PressingPuigdemont que debió de dar vértigo a los de JxCat que, por la tarde, cerraron filas, sincronizadamente, con el expresident.

Así, Junqueras, que también en privado a quienes lo visitaban e, incluso, de manera pública, via tuits, ya se había expresado en términos similares, afirmó por escrito a Catalunya Ràdio que hay que elegir un presidente y este, a su vez, designar un Govern para «no desperdiciar» los resultados del 21-D. «Arriesgamos mucho», ha advertido sobre unas nuevas elecciones, para «volver a la misma situación en el mejor de los casos».

La oportunidad del mensaje de Junqueras no es casual. Puigdemont anticipó al PDECat que se se tomaría unos días para reflexionar hacia dónde iba a encaminar sus pasos, si hacia, en efecto, un Govern (lo que significa aupar un plan d) o a unas elecciones. Su partido, y ERC, abogan por evitar las elecciones.

«Cuando has ganado un partido en unas circunstancias muy difíciles, lo importante es aprovechar el resultado. Si en lugar de aprovechar el resultado lo que haces es jugártelo, lo mejor que te puede pasar es quedar en nada. La cuestión es qué ganamos no haciendo Gobierno. Y no ganamos nada perpetuando el 155», reflexiona el exvicepresidente. El propio Puigdemont, en una entrevista hace un par de semanas guardó cierta ambigüedad al afirmar tanto que cabía acabar con la tutela del Gobierno del PP de las administraciones catalanas como que había que respetar lo que los ciudadanos habían mandatado en las urnas.

LA CUP, SOLUCIÓN O PROBLEMA / En aras a ese objetivo, el de liberar la Generalitat del 155, Junqueras ha incluido, también a la CUP: «Tiene que decidir si quiere ser parte de la solución. Si quieren sumar y ayudar. Si quieren hacer una apuesta estratégica que nos lleve a sumar complicidades y ser más fuertes o no. Lo mismo podría decir a los comuns en el fondo. Se tienen que sumar desacomplejadamente en la defensa de los derechos y las libertades ante el autoritarismo y la regresión democrática», afirma Junqueras.

Aunque, a pesar de que los tempos propios de la cárcel impide establecer causas y consecuencias, cabe señalar que horas después de la lectura de la entrevista de Junqueras, los tres encarcelados de JxCAt (Forn, Rull y Turull) tuitearon el mismo mensaje: «Ante los días trascendentes que vienen, tenemos plena confianza en las propuestas que Carles Puigdemont lleve a cabo».

El secretario de organización delPSC, Salvador Illa, ha criticado que el líder de JxCat «no facilite» la formación de un Gobierno por su «egoísmo paralizante». Es más, Illa ha señalado que la actitud de Puigdemont obedece a su «sed de venganza» que busca, en su opinión, un «ajuste de cuentas» con ERC, se supone que por haber rechazado en su día concurrir a los comicios del 21-D bajo una única lista.

Sànchez, por su parte, en otra misiva leída radiofónicamente en RAC-1, y aludiendo a su situación, señala que las decisiones de los tribunales europeos harán que ataquen «más fuerte» el Tribunal Supremo.