Los naranjas han escenificado este martes en un acto en Barcelona su rechazo a la apropiación del Govern de la Diada de Catalunya. Diputados, militantes y simpatizantes han arropado a Albert Rivera e Inés Arrimadas, en un discurso cargado de apelaciones directas al independentismo. No vamos a asumir sus tesis. Nadie nos puede expulsar de nuestra tierra. Nadie nos va a decir que no somos catalanes, ha entonado la líder de Ciutadans, que ha afeado al Ejecutivo que excluya, desprecie e ignore a más de la mitad de calles, plazas, ayuntamientos e instituciones.

Con un corazón de tres banderas (la senyera, la española y la europea) y bajo el lema El amor es más fuerte que el odio, han reivindicado la inclusión frente a la exclusión y la convivencia frente a la fractura social. Rivera ha asegurado a los suyos que cuando consigan gobernar recuperarán la Diada para todos los catalanes", una victoria electoral que ha indicado que "está al caer" a nivel nacional, y que se "volverá a repetir" en Catalunya.

Desde la plaza del Rei, y con tan solo un centenar de asistentes, el líder del partido se ha dirigido a Pedro Sánchez, a quien ha tachado de presidente temporal, y le ha pedido que no se confunda de aliados. Y le ha dado a escoger entre estar "en manos de Carles Puigdemont y de Quim Torra o de todos los españoles".

También ha avisado a los partidos independentistas de que la línea roja en democracia es respetar la misma y ha cargado contra Torra por amenazar al Estado. Se sitúa por encima de las leyes y de la justicia y ningunea a la mitad de la población, ha aseverado.

Arrimadas ha exigido al president de la Generalitat, Quim Torra, que no se olvide de los catalanes que no asistirán a la manifestación convocada por las entidades soberanistas: Son tan catalanes y tan demócratas como el resto, ha espetado, y ha añadido que no les callarán ni les harán desaparecer por mucho que les quieran silenciar. Así, se ha erigido como "la voz de los que hoy no saldrán a la calle".