La dirigente madrileña de Vox Rocío Monasterio dio ayer por cerrado un acuerdo de Gobierno con el PP cuya existencia dijo desconocer Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, y cuyo contenido matizó mucho Génova. «Lo que diga la señora de Vox no lo sé», respondió el líder naranja a preguntas de los periodistas; y remarcó: «Pregúntenle a la señora Ayuso qué es lo que firma», en alusión al acuerdo, con consejerías incluidas y en proporción a los 12 diputados de Vox, que había dado a entender horas antes Monasterio.

Fuentes de la dirección popular han salido al paso de la confusión. «Ni el PP ni Isabel Díaz Ayuso (su candidata para Madrid) han firmado reparto de consejerías ni áreas de gobierno», aclaran a este diario, matizando a Monasterio. Según esas fuentes populares, hay «un preacuerdo» firmado del PP con Vox, que recoge la exigencia de Vox de respetar sus 12 escaños, pero aún no están claros «ni el programa ni la estructura de gobierno. Es un acuerdo para comenzar negociaciones para la investidura, una vez acordada la composición de la Mesa de la Asamblea de Madrid».

LA NEGOCIACIÓN / Hoy comienzan las negociaciones. Se verá entonces cómo se materializa el «respeto a la proporcionalidad de la representación de Vox» que recoge el acuerdo, si con consejerías o sin consejerías.

«Es algo que se tendrá que negociar hasta el 11 de julio», día de la sesión de investidura en la Asamblea de Madrid, corroboró el líder del PP, Pablo Casado, tras verse con el presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez. Casado sostuvo que el Gobierno de Madrid lo «tendrán que hablar los tres partidos», pero Rivera recordó: «Nosotros tenemos un mandato de pactar como mucho con otro partido, y con preferencia con el PP».

A la salida de su encuentro con el presidente en funciones, Pedro Sánchez, Rivera aseguró: «Las negociaciones de Gobierno no tienen nada que ver con las negociaciones de la Mesa». Falta por ver si Vox mantiene su repetida exigencia de que el acuerdo sea a tres, y no se repita la fórmula 2+1 de Andalucía. Las conversaciones entre las tres derechas no han alcanzado aún un estado sólido en Madrid. La niebla que desde el fin de semana rodea a esos contactos -pacto para Vox, «encuentro de cortesía» para Ciudadanos, «documento aséptico» para los populares- se despejó solo un poco cuando, por la mañana, el diputado de Ciudadanos Juan Trinidad -hijo de militar; 46 años; licenciado en Derecho y de carácter templado y diplomático- fue elegido XI presidente de la Asamblea de Madrid con los votos (68) de PP, Cs y Vox, frente a 64 de la socialista Pilar Llop.

En plena sesión, el candidato de Más Madrid, Íñigo Errejón, tildó en las redes sociales de «pacto de la vergüenza» el acuerdo de PP, Cs y Vox para la Mesa, y anunció la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional.