La crisis en Cataluña le está dando a Albert Rivera una ocasión de oro en la pugna con el PP por hegemonizar el voto conservador y no parece estar dispuesto a cambiar de tercio. Ciudadanos arranca el nuevo periodo de sesiones en el Congreso determinado a exprimir el conflicto territorial, consciente de que buena parte de sus iniciativas caerán tumbadas en las votaciones del pleno, pero sabedor de que puede rentabilizar el mero debate.

Este martes los neoliberales llevan al hemiciclo la petición para que se cree en el Parlamento una comisión de investigación de los atentados de Barcelona y Cambrils, el pasado mes de agosto. La propuesta Los populares han pedido a Rivera que retire la propuesta, puesto que consideran suficiente la investigación judicial que está abierta. Los socialistas piden sentido de Estado para demostrar unidad frente al terrorismo. "Nos parece de especial gravedad. Se quiere utilizar la lucha antiterrorista como un elemento de confrontación partidista", ha afeado la portavoz socialista, Margarita Robles.

Unidos Podemos se abstiene, no porque no crea en la comisión, sino por los argumentos que enarbolan los naranjas. El PDECat presenta una enmienda: Cs loa en la exposición de motivos la “ejemplaridad” de la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y los posconvergentes quieren añadir a los Mossos d’Esquadra en esa alabanza.

En las próximas semanas, Rivera quiere llevar también a pleno una iniciativa para prohibir que el conocimiento de las lenguas cooficiales sea un requisito para acceder a la función pública, puesto que entiende que supone una barrera de entrada discriminatoria.

Los grupos políticos han cargado este martes con dureza sobre esta propuesta. Unidos Podemos la considera “regresiva”. El PSOE lamenta el uso partidista de esta cuestión. Su portavoz parlamentaria ha acusado a Rivera de buscar "réditos electorales". PNV ha sido especialmente duro y ha relacionado esta iniciativa con el deseo de Cs de “medrar” en la guerra abierta contra el PP.