Si algo marcó la carrera artística de David Bowie fue el ecleptícismo. El artista británico recientemente fallecido fue dueño de una inquietud voraz que le llevó a experimentar más allá de lo musical: actúo en varias películas, expuso colecciones de pintura y fotografía... No es de extrañar que una carrera tan extensa y polifacética haya dejado momentos para el recuerdo por su calidad o extrañeza. Tirando de hemeroteca nos encontramos, por ejemplo, con esta particular versión de El Tamborilero a dos voces entre Bing Crosby y el propio Bowie.