Justo cuando el PP buscaba el modo de explosionar, de manera controlada, el ‘caso Barberá’ y la forma de apartar a la exalcaldesa cuando se barruntan nuevas elecciones, la formación conservadora se ve agitada por nuevos escándalos, que afectan a pesos pesados como el expresidente José María Aznar y el ministro en funciones José Manuel Soria, o traen a la memoria tramas como la 'Gürtel', con la detención por unas horas del alcalde de Granada,José Torres Hurtado.

Un cúmulo de casos que está provocando un estado de alerta y una guerra de nervios en la Moncloa y en la sede nacional del PP, lugares donde se observa con preocupación cómo nuevos procesos judiciales o irregulares complican la remota posibilidad de que Mariano Rajoy revalide su cargo en esta legislatura y puede afectar a sus opciones electorales, si como parece hay nueva convocatoria electoral.

Para intentar frenar el desgaste que provoca la multa de Hacienda a Aznar, el PP subrayó que demuestra que “la ley es igual para todos”, pero sus dirigentes son conscientes de que la vinculación de su presidente de honor, por muy alejado que ahora esté de Rajoy, a problemas con el erario extiende aún más la sombra de la sospecha sobre su organización. Por no mencionar que el montante de la sanción, más de 70.000 euros, da a entender que el capital que maneja el expresidente está muy alejado del de la media española. Tampoco agrada que Cristóbal Montoro haya admitido que se reunió con el que fuera antaño su jefe de filas, lo que ha provocado petición de explicaciones por parte de la oposición.

MANUAL DE CRISIS

El ‘caso Soria’, no obstante, inquieta aún más, pese a que en un primer momento la aparición del nombre del ministro en los llamados ‘papeles de Panamá’ parecía un tema menor, y el titular de Industria dejó satisfecho al Gobierno y el partido con sus prontas y, en principio, convincentes argumentos. El también presidente del PP canario siguió el manual de crisis y desde el primer momento dio la cara y negó tajantemente los hechos. Si bien, son precisamente sus argumentos exculpatorios los que se le están volviendo en contra, porque nuevas revelaciones desmontan sus explicaciones, ante la perplejidad de sus compañeros de filas.

La prensa fue testigo de una tensa conversación entre María Dolores de Cospedal, Jorge Moragas, jefe de gabinete de Rajoy y el ministro, antes de que este anunciara que comparecerá, la semana próxima, en el Congreso. Una sesión que, según el PP, el ministro está preparando a conciencia, para intentar imponersu versión. Aún así, en la formación temen que se le vuelva en contra tras sus últimas contradicciones públicas.

RAJOY NO PUEDE DESTITUIR A SORIA

En todo caso si el tema se complicara, Rajoy no podría destituir a un ministro que, como el resto del Consejo de Ministros, está oficialmente cesado tras el 20-D y en funciones. La única opción sería la presión y la renuncia motu proprio.

Donde sí actuó con rapidez este miércoles el PP fue en Granada. Su alcalde y la concejala de urbanismo fueron suspendidos cautelarmente de militancia, una sanción que el PP se resiste a aplicar a Barberá, por ejemplo. Aun así, el caso tiene lectura nacional, dado que Ciudadanos, desde el Congreso, anunció un cordón sanitario contra el PP y una posible moción de censura, mientras que el PSOE aprovechó para reclamar, de nuevo, a Podemos que contribuya a desalojar a un “gobierno corrupto”.