La búsqueda de un nuevo 'president' y la formación del Govern sigue chocando con discrepancias en el bloque de partidos independentistas. La CUP ha advertido de que mantiene su decisión de abstenerse en la votación de la propuesta de investidura que han hecho JxCat y ERC.

La CUP no aprecia "diferencias de fondo" en la última propuesta de acuerdo de Gobierno de JxCat y ERC con respecto a la anterior, por lo que no ha revocado la decisión de su consejo político de que sus cuatro diputados se abstengan en la eventual investidura de Jordi Sànchez que también choca con la negativa del juez a permitir la presencia del candidato encarcelado en el pleno del Parlament. De momento, el presidente de la Cámara, Roger Torrent, ha optado por aplazar el pleno que estaba convocado inicialmente para el lunes día 12.

Diferencias de fondo

En un comunicado, la CUP afirma que "no tiene ninguna justificación que el Estado español quiera intervenir de nuevo" en el debate de investidura del Parlament "vulnerando su propia legalidad". Sobre la propuesta que le han hecho llegar JxCat y ERC, la CUP advierte de que no ve "diferencias de fondo" con respecto a la anterior, ya que "continúa teniendo deficiencias importantes y decisivas", motivo por el cual no ha convocado de momento una nueva reunión del consejo político para pronunciarse.

Precisa, por ejemplo, que ve poca consistencia en ámbitos como "el de la construcción y la materialización republicana, la concreción de un proceso constituyente, y la articulación de políticas sociales y económicas orientadas a quitar privilegios a los sectores sociales que aún los mantienen".

Convocatoria del pleno

La CUP argumenta, asimismo, que puesto que la propuesta la recibió a las 23:56 horas del miércoles, y el jueves participó en la huelga general feminista, su militancia no ha tenido tiempo para poder valorarla, con lo cual "se deben respetar los tiempo internos" de su organización.

La organización política destaca, en relación con la convocatoria del pleno de investidura, que "los tiempos, debates y soberanía del Parlament no pueden estar impuestos ni condicionados por el Gobierno, ni por el Tribunal Constitucional, ni por ningún otro órgano" que esté dispuesto "a pisotear su propia legalidad para impedir la materialización de la voluntad del pueblo de Catalunya".

Por este motivo, la CUP emplaza "a las fuerzas democráticas y republicanas a respetar los mandatos populares y a tirar adelante con los procesos políticos, independientemente de los chantajes y condicionantes de las instituciones políticas y judiciales del Estado".

La reacción de la CUP se produce poco después de que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena haya denegado a Jordi Sànchez (JxCat) el permiso para acudir al Parlament al pleno convocado para el próximo lunes, 12 de marzo, para investirle 'president' de la Generalitat y también haya rechazado que salga en libertad.