La cúpula de Podemos observa con el pulso acelerado el ritmo de las votaciones en Madrid. La inquietud, que ya era elevada, se ha disparado al constatar la alta participación en el proceso de primarias para elegir candidato a liderar el partido en la federación madrileña. En tres días han votado más de 16.400 personas, una cifra que les deja atónitos. Pablistas y errejonistas tratan de clarificar a qué se debe una votación tan masiva. Ambas familias están convencidas de que existe un efecto derivado del ‘caso Espinar’, y sin embargo, no logran discernir en qué sentido. Desconocen si el escándalo ha activado a los militantes duros, identificados con las consignas de Pablo Iglesias, que estarían votando resentidos por la creencia de que existe una conspiración en contra de Ramón Espinar, o bien sucede lo contrario: que los podemistas menos activos están participando ahora en masa, molestos por el escándalo e ilusionados en otro tipo de liderazgo.

Ambas facciones admiten que los militantes más radicales están movilizados, porque saben que es un perfil que reacciona bien al mensaje indignado anti-élite. Ahora bien, se trata de un núcleo duro pero no masivo, y haber traspasado la barrera de los 10.000 solo en el fin de semana, les hace pensar que hay un electorado durmiente que ha despertado. ¿Por qué? ¿Por quién? ¿Contra quién? ¿Se trata de simpatizantes más afines al errejonismo o nuevos conquistados por Iglesias ? Nadie se atreve a asegurarlo.

Las urnas virtuales están abiertas hasta el miércoles a medianoche (en Madrid es festivo) pero los resultados se darán a conocer el viernes. Hasta entonces, los equipos de Espinar y la errejonista Rita Maestre tratan de destripar todos los índices de que disponen para averiguar el perfil de quienes están participando.

LAS CLAVES: TWITTER Y LOS 'ANTICAPIS'

Es cierto que, hasta ahora, en todos los procesos orgánicos de Podemos una alta participación ha beneficiado al sector del número dos, en sintonía con un simpatizante más transversal y poco amante de las consignas. Como en el partido morado la influencia se mueve principalmente en las redes sociales, los equipos de campaña se han volcado en intensificar ahí la campaña y también en monitorizar las reacciones. Hasta el momento, admiten desde las dos partes, la candidatura de Maestre se impone en Twitter, pero la lucha es tan reñida que hacer un pronóstico basado en tráfico en la red es arriesgado y se teme que la balanza acabe inclinándose por escasos centenares de votos.

En ese contexto de disputa, los votos de los afines a Izquierda Anticapitalista (IA) son fundamentales. Espinar promovió un pacto con ellos y asumió el grueso de sus demandas para conseguir una alianza fuerte contra Maestre. Juntos perdieron la primera votación, la de los documentos del proyecto, hace dos semanas. Ahora, tras el escándalo IA mantiene el acuerdo, pero desconoce la reacción de sus militantes. Algunas corrientes han expresado en las redes su malestar y distanciamiento del proyecto pablista, lo que aumenta el nerviosismo en la candidatura, puesto que tradicionalmente los ‘anticapis’ (como se denominan coloquialmente en el entorno podemista) son los más comprometidos yparticipativos. Si se desmovilizan, admiten los suyos, Maestre tendría el camino allanado para imponerse.