La detención del expresidente catalán Carles Puigdemont soliviantó a los independentistas en toda Cataluña. Miles de personas participaron ayer en manifestaciones y cortes de carreteras que se saldaron con decenas de heridos y al menos cuatro detenciones según diversas fuentes. Al cierre de esta edición, la cifra de atendidos por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) se elevaba a 53. En Barcelona, dos actos aglutinaron la reacción a la noticia: la concentración en las cercanías de la delegación del Gobierno en Cataluña, convocada por los Comités en Defensa de la República (CDR), y la marcha a la que llamó la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural que, tras detenerse ante la oficina de la Comisión Europea en la capital catalana, se dirigió al consulado alemán.

La marcha convocada por Òmnium y la ANC reunió a 55.000 personas, según la Guardia Urbana, y estuvo encabezada por la nueva presidenta de la Asamblea, Elisenda Paluzie, que, detrás de una pancarta que pedía libertad para los políticos encarcelados, compartía la primera fila con miembros de ERC, como el eurodiputado Jordi Solé y el diputado en el Parlament Ernest Maragall; de Junts per Catalunya, representada por los diputados Elsa Artadi, Quim Torra y Eduard Pujol, y la presidenta del PDECat, Neus Munté, entre otros.

FORCEJEO CON LOS MOSSOS / Ante la sede de la Comisión Europea, la marcha coincidió con la convocada por los CDR, pero ambos colectivos han tomado caminos distintos. La protesta de la ANC transcurrió sin incidentes, pero la protagonizada por los CDR derivó en actos violentos. La tensión entre los agentes antidisturbios y un millar de manifestantes fue muy elevada, especialmente a la altura de la calle Valencia con Llúria, donde los manifestantes chocaron con la policía autonómica catalana, que practicó varias cargas y lanzó botes de humo. También se escucharon disparos al aire.

Algunos manifestantes denunciaron que algunos mossos portaban armas para disparar pelotas de goma, cuyo uso es ilegal. El forcejeo entre policías y manifestantes fue constante.

Ante el consulado alemán, miles de personas coreaban lemas como «Puigdemont es nuestro president», «Esta Europa es una vergüenza». Algunos independentistas descolgaron la bandera española del consulado y la reemplazaron por una independentista. En Gerona, tuvo lugar una protesta ante la Subdelegación del Gobierno, con unos 4.000 participantes que pintaron la fachada parcialmente de amarillo. Allí, también se retiró la bandera española de un mástil. En Lleida hubo al menos tres heridos en las protestas.

CONTRA EL JUEZ / De madrugada, miembros de Arran, organización juvenil vinculada a la CUP, hicieron una pintada ante una vivienda de Das -municipio de Girona donde el juez Llarena tiene una vivienda- en la que se podía leer: «Llarena, fascista, ni en Das ni en ningún sitio». Según varias versiones, Arran se equivocó y la casa no es del juez.

En todo caso, el Consejo General del Poder Judicial emitió ayer una nota instando a que el Ministerio del Interior tome las medidas necesarias para proteger a Llarena y a su familia.

A lo largo de toda la jornada también se procedió a realizar cortes de carreteras en toda la comunidad, algo que ocurrió en la A-2 entre Soses y Lérida; la C-16 en Gironella y en Sallent; la A-7, en Tarragona; la C-14, en Ponts, y la N-340, en Camarles.