Los posicionamientos en torno al derecho a decidir han marcado el único debate televisivo en el que participaron anoche los cinco principales candidatos a las elecciones autonómicas vascas. PNV, EH Bildu y Podemos demostraron sus coincidencias en torno a la legitimidad de una consulta a la ciudadanía vasca para conocer el modelo de país que prefiere la mayoría. Enfrente, PP y PSE les advirtieron del riesgo de seguir el ejemplo catalán.

Los candidatos de PNV, Iñigo Urkullu; de EH Bildu, Miren Larrion; de Elkarrekin-Podemos, Pili Zabala; de PSE, Idoia Mendia, y de PP, Alfonso Alonso, protagonizaron el debate organizado por la televisión pública vasca. El momento de mayor tensión se produjo cuando Zabala, hermana de Josean, presunto miembro de ETA torturado y asesinado por agentes de la Guardia Civil, preguntó a Alonso si le consideraba una víctima del terrorismo, y el dirigente popular replicó que, con la ley en la mano, no lo era, porque su situación era fruto de un abuso policial "execrable". Tras estas palabras, se miraron en silencio durante unos segundos que helaron el plató.

Con todo, la cuestión soberanista acaparó buena parte del debate. Larrion mostró su disposición a ir de la mano del PNV para buscar un acuerdo entre los vascos, que sea refrendado por la ciudadanía, antes de trasladarlo a Madrid para lograr la aprobación del Congreso. Pero la candidata de EH Bildu pidió a Urkullu que se 'mojara' y avanzara qué haría cuando topen con el muro de Madrid, como ha ocurrido en Catalunya. El líder peneuvista se refugió en la posibilidad de lograr un acuerdo que dé paso a una relación de bilateralidad entre Euskadi y España.

ALONSO REGALA UN LIBRO DE MAS A URKULLU

Idoia Mendia insistió durante toda la noche en la posibilidad de que Podemos y PNV aceptaran la propuesta de EH Bildu para formar un frente a favor del derecho a decidir. En la misma línea, Alfonso Alonso volvió a uno de sus principales argumentos durante la campaña y le transmitió a Urkullu su temor a que acabe sumándose a las tesis independentistas. Incluso le regaló un libro escrito por Artur Mas, "cuando era moderado", para que evite el riesgo de seguir sus pasos y acabe, como él, "dividiendo a la sociedad y metiendo a Cataluña en la mayor crisis que ha tenido nunca".

Por su parte, Pili Zabala puso como modelo la ley de claridad canadiense, y reclamó el derecho de los vascos a expresar si desean seguir siendo parte de España o no, pero "de manera legal y democrática".

DESARME DE ETA Y CONVIVENCIA

A pesar de su perfil sobrio y moderado, Urkullu sorprendió al pedir hasta en tres ocasiones a la representante de EH Bildu que admitiera que "matar estuvo mal" y que la violencia de ETA nunca debería haberse producido. Larrion se lamentó de que siempre se les haga la misma demanda, y recordó que ya han rechazado en múltiples ocasiones todas las violencias. Apuntó que "muchas de las cosas que pasaron estuvieron mal y no tuvieron que haber ocurrido nunca", pero no fue más allá. Prefirió destacar que lo importante es mirar hacia el futuro y tender puentes entre las diferentes sensibilidades políticas vascas.

Respecto al desarme, todos coincidieron en la necesidad de que ETA entregue las armas cuanto antes, aunque Larrion apuntó que si se retrasa es por la falta de colaboración del Estado. Por su parte, Urkullu recordó que en diciembre del 2014 su Ejecutivo presentó un plan para facilitar a la banda la desactivación de sus arsenales, aunque su ofrecimiento no encontró acogida.

En materia de paz y convivencia, Alonso defendió la necesidad de crear un relato que explique que ETA asesinó y extorsionó, y que fue la sociedad, con la colaboración del Estado, la que se rebeló y derrotó al terrorismo. En este punto, la representante de Podemos, apelando a su propia condición de víctima, reclamó el reconocimiento de todos los sufrimientos, el acercamiento a Euskadi de los reclusos etarras y la construcción de una memoria inclusiva.