La Guardia Civil ha arrestado este viernes en Melilla a un hombre, de 40 años, de origen marroquí y nacionalidad danesa, por su relación con redes de captación y reclutamiento de grupos terroristas como DAESH y AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico). El detenido, M.E.M., nacido en Tensamane (Marruecos), se servía de un entramado societario en Dinamarca para evadir elevadas sumas de dinero para financiar esta red de captación de alcance internacional, según ha informado el Instituto Armado en una nota de prensa.

La Guardia Civil mantenía abiertas varias investigaciones, alguna de ellas desde el año 2012, sobre varios residentes melillenses que, careciendo de la más elemental formación económica, ostentaban puestos de responsabilidad en empresas danesas.

El entramado societario es de tal extensión y complejidad que, tras cursar una comisión rogatoria internacional a las autoridades danesas, hasta el momento se han identificado un total de 24 empresas diferentes, y se estima que el importe total defraudado supera los ocho millones de euros.

Fruto de la "intensa actividad" de esta red de captación, con alcance internacional y probablemente la más activa desarticulada en nuestro país, ha sido la incorporación a diferentes escenarios de conflicto de al menos 10 combatientes de varias nacionalidades, entre los que se encuentran ciudadanos daneses, alemanes y españoles.

LA COOPERACIÓN DANESA

La Guardia Civil destaca además que la investigación ha sido posible gracias a la "estrecha colaboración" entre con el Servicio de Inteligencia danés (PET), la Policía de Copenhague, la Dirección General de Vigilancia del Territorio de Marruecos (DGST), EUROPOL y el CNI. Además, para aplicación de la legislación en materia de blanqueo de capitales y prevención de la financiación del terrorismo, se ha contado con la participación de las estructuras del sistema preventivo español en esta materia.

Los investigadores tratan ahora de determinar la extensión completa de la estructura que se oculta detrás de las numerosas sociedades, perfiles en redes sociales e identidades virtuales, así como las actividades concretas relacionadas con el envío de combatientes a zonas en conflicto en las que podrían haber participado.

Tras esta detención, la Guardia Civil está desarrollando dos registros, con el objeto de recopilar las evidencias de su intensa actividad en Internet y redes sociales, a través de las que mantenían multitud de contactos con individuos tanto dentro como fuera de España. Asimismo, y al objeto de profundizar en la investigación, se prevé la toma de manifestación a un número de personas por determinar, así como la emisión de comisiones rogatorias internacionales para recabar la cooperación de las autoridades judiciales de otros países.