"Cuando la gente viene a nosotros es porque nos está esperando, quieren que vuelva el PSOE, pero no quieren que vuelva al pasado, quieren que vuelva un PSOE que sepa lo quiere, a quién se debe y de dónde viene. Ese es el PSOE que yo quiero". La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, abonaba así este sábado su más que probable candidatura a liderar la formación frente al periodo vivido en los últimos años con Pedro Sánchez al frente. Pero en el acto organizado por el partido en el Andalucía para conmemorar la autonomía no ha dejado una sola pista de sus intenciones futuras. "El PSOE es mi pasión, pero mi compromiso es servir a la gente, ni siquiera al PSOE", ha dicho.

Los socialistas andaluces querían una gran exhibición de músculo. El del 28-F (aunque ese año se ha celebrado a posteriori), es el gran acto anual, pero en esta ocasión tenía además un componente comparativo. Había que demostrar que Díaz está fuerte en su región, pese a la demostración de fuerza dada a finales de enero por Sánchez en el bastión sevillano. Y a fin de garantizar el aforo, no dudaron incluso en fletar autobuses desde la misma ciudad de Sevilla, donde se celebraba el acto. "Nos dejamos ver, saludamos y nos vamos", decían algunos militantes a la entrada. Al final, un baño de masas de la presidenta, que tardó unos 15 minutos en atravesar el salón donde más de 2.000 personas la esperaban.

PRESUMIR DE GESTIÓN

El acto sirvió al PSOE-A para presumir de gestión, especialmente depolíticas sociales, las más afectadas con las últimas protestas en la comunidad. Subrayaron con cifras la apuesta por la sanidad y la educación pública, y varias personas, no militantes pero sí convencidos, expusieron su experiencia personal en el ámbito de la dependencia, la educación o los servicios médicos para demostrar los avances obtenidos con el autogobierno y el salto cualitativo dado con la autonomía.

Pero el plato fuerte de la jornada era la intervención de la secretaria general del PSOE, en el que tal vez sea uno de sus últimos actos del 28-F. Díaz aprovechó para, frente a quienes la minusvaloran por ser del sur, reivindicar que la región dio ejemplo de integración al reclamar que todas las autonomías alcanzaran el mismo nivel de autogobierno. Una batalla cívica entre 1977 y 1980 que se ganó, insistió, con "los votos y la razón".

IGUALDAD TERRITORIAL

"España necesita la visión de los andaluces", reclamó, "porque integramos a todos los que comparten la bandera de la igualdad". Esa es la fuerza, dijo, de Andalucía: que suma e integra. Y remató asegurando que "en momentos de ruido como el de ahora", en alusión al debate territorial, "Andalucía no falló nunca a España o al PSOE, y no lo va a hacer ahora tampoco".

Así, defendió una vez más que cualquier cambio de las normas "debe hacerse desde el consenso y el respeto a la Constitución y al proyecto común", recordando que en el preámbulo del Estatuto de Autonomía ya se defiende la diversidad y la pluralidad pero exigiendo la igualdad de todos. "La diversidad nos hace ricos", dijo, aseverando que "el PSOE vertebra este país" porque su única bandera es la de la igualdad.

En ese punto, la presidenta andaluza intentó desgranar el motivo por el que el PSOE-A triunfa elección tras elección en la comunidad, justificándolo en que "cada vez que defiende aquello en lo que cree defiende el ADN de los andaluces". "No hay que impostar o disfrazarse", recetó en referencia a los mensajes de acercamiento a otras formaciones que intentó en su momento el partido en la época de Sánchez. Y remató con un mensaje a la unidad. "Tenemos que estar unidos y desacomplejados frente a quienes pretenden asaltar los cielos y solo querían asaltarnos a nosotros", dijo en alusión a Podemos y el acercamiento propugnado por Sánchez.