Flotaba en el ambiente. Después del amago vivido en un almuerzo en Sevilla con el expresidente Felipe González, el entretenimiento en el mitin que el PSOE-A celebró este viernes para conmemorar la Ley de Dependencia era ver en qué momento el también expresidente José Luis Rodríguez Zapatero daba su apoyo público a la andaluza Susana Díaz para que se pudiera considerar como el acto de inicio oficial de su carrera por dirigir el PSOE. Pero la brecha interna sigue muy abierta, y si algo caracteriza a Díaz es su control de los tiempos. Por eso, al final de su intervención, Zapatero incluso ironizó con el tema. “Con la edad no se pierde la elegancia, pero si la timidez, y yo deseo expresar todo mi cariño, mi afecto y mi apoyo a Susana Díaz…igual que hago con otros presidentes autonómicos cuando me llevan a los sitios”.

Era el mensaje que esperaban 2.000 militantes de toda Andalucía que abarrotaban el recinto ferial de Jaén. Todos en pie y aplaudiendo enfervorecidos. Fue el espaldarazo más claro de los recibidos hasta ahora por la secretaria general de los socialistas andaluces. No tanto por esas palabras como por la glosa previa, en la que Zapatero alabó que Díaz y el PSOE-A representan la “fuerza de ganar” del PSOE, fundamental para volver a ser un partido fuerte. O que, frente al desapego vivido durante la etapa de Pedro Sánchez, la dirigente andaluza reivindique los logros históricos del partido, como la Ley de Dependencia, la sanidad y la educación pública y universal.

“Desde luego que tiene que haber debate interno, somos un partido con libertad”, dijo, “pero si no defendemos lo que somos, la tarea realizada, seremos fantasmas de la historia, y nosotros somos historia de España”. En este sentido, y tras aplaudir el “sentido de la responsabilidad institucional” al desbloquear la legislatura y hacer una oposición útil, animó a explicar lo que defiende el PSOE y a hacer un congreso de futuro. “Y se tiene futuro cuando se tienen las raíces ancladas”. De nuevo en este punto volvió a hacer una mención velada sobre la andaluza, ya que aseguró que aunque se habla de debate de ideas y luego de personas, “esto no va así, las personas son las que tienen el proyecto y el liderazgo”.

En un tono parecido se pronunció Susana Díaz, para quien tras unos meses “duros y difíciles” en los que algunos “pensaron que íbamos a perder la centralidad, que no el centro”, consideró que el próximo congreso tiene que ser “un punto de inflexión para cambiar y ganar”. La presidenta andaluza templó de nuevo las prisas del sector crítico y aseveró que “para hacerlo bien y mover esta nave que es el PSOE, hace falta tener las ideas claras para saber el rumbo”. “Ningún viento es bueno si no se sabe dónde lleva”, dijo, reclamando que hay que actuar con calma porque “el partido no nos pertenece”.