El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha fijado este miércoles la segunda mitad del mes de mayo como "el horizonte de desescalada" de las medidas que se han adoptado con el estado de alarma para hacer frente a la pandemia de coronavirus.

Sánchez ha avanzado esa intención en su comparecencia ante el pleno del Congreso para solicitar el aval de la cámara a la prórroga del estado de alarma quince días más e informar de los debates y acuerdos de los últimos Consejos Europeos.

El jefe del Ejecutivo ha considerado imprescindible la ampliación del estado de alarma, aunque ha subrayado que esta era la primera vez que solicita una prórroga pudiendo vislumbrar cómo podría ser la vida una vez superada la fase aguda de la crisis.

Ha dejado claro que hay que evitar pasos en falso y no se va a correr ningún riesgo que devuelva a la situación anterior y ha garantizado que España seguirá en todo momento los criterios de la Organización Mundial de Salud (OMS) para la nueva fase que va a afrontar el país.

Con ese horizonte de desescalada en la segunda mitad de mayo, ha explicado que se irán modificando las condiciones del estado de alarma y siempre con la misma premisa de mantener a salvo el sistema de salud.

Casado propicia un minuto de silencio

El líder del PP, Pablo Casado, ha propiciado este miércoles que los diputados que asisten al pleno del Congreso guarden un minuto de silencio en recuerdo de los 22.000 fallecidos por coronavirus.

Casado, nada más subir a la tribuna de oradores del hemiciclo, ha hecho esta solicitud a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

La sesión de este miércoles, en la que se debate la autorización de una nueva prórroga del estado de alarma, ha comenzado con unas palabras de la propia Batet en recuerdo de quienes sufren o han sufrido la enfermedad de la COVID-19, así como de respeto a quienes trabajan por aliviar las consecuencias sanitarias de la pandemia.

Pero no ha habido minuto de silencio hasta la intervención de Casado, y por ello, ha pedido que tuviera lugar.

Tras unos titubeos iniciales, los diputados asistentes se han puesto en pie y han guardado ese minuto de silencio.

Casado apoya con duras críticas

El PP volverá a apoyar la prórroga, como todas las anteriores, pero su líder, Pablo Casado, se ha mostrado muy duro. Primero, ha pedido un minuto de silencio "en honor de las 22.000 víctimas mortales por el coronavirus en España". Entre ellos, su tío, que falleció el martes. "No es de recibo que una nación que se respeta a sí misma no sea capaz ni siquiera de contar a sus muertos", ha señalado, en referencia a los recientes cambios metodológicos a la hora de calcular los decesos por el virus.

"¿Cómo es posible que haya 700 víctimas mortales en Portugal y nosotros tengamos 22.000?", se ha preguntado el líder conservador, antes de argumentar que si se hubieran tomado las medidas de confinamiento "una semana antes", se hubieran "evitado" más del 60% de los contagios. Casado, en cualquier caso, no pidió decretar el estado de alarma con esa antelación. "No diga que han pecado de prudencia, han pecado de incompetencia. Con nuestros hijos no se juega. Con nuestra salud, tampoco", ha señalado el líder conservador.

Aún más duro ha sido Santiago Abascal. "Paguen las nóminas y váyanse", ha terminado diciendo el líder de Vox, que no apoyará la prórroga. "Sin test, ya nadie se cree los datos del Gobierno. Los fallecimientos son muchos más", ha argumentado el dirigente ultra, que ha acusado al Gobierno de ser "incapaz de acabar con este masivo arresto domiciliario" y ha incidido en la monitorización de las redes sociales, frente a los bulos sobre el virus y la gestión de la pandemia, para preguntarse: "¿Van a prohibir el ejercicio del derecho de la oposición?".

Los socios también atacan

El respiro tampoco le ha llegado a Sánchez de los socios tradicionales del Gobierno, como ERC. "Nos volvemos a abstener. Una abstención más cercana a 'no' que nunca", ha anunciado el portavoz republicano, Gabriel Rufián. Su socio en el Govern de Catalunya, JxCat, votará en contra. Rufián ha pasado a detallar los presuntos "tres errores" del Ejecutivo frente al virus. Primero, no mantener la paralización de los sectores no esenciales de la economía, porque "no se entiende que no se pueda ir a un velatorio pero sí se pueda ir en metro a trabajar". Segundo, el "oportunismo recentralizador", dado que el estado de alarma conlleva el mando único del Ministerio de Sanidad. Y tercero, los errores de comunicación, con especial incidencia en las polémicas palabras del general Santiago. "Dan pavor", ha dicho.

El portavoz republicano también ha cargado, sin nombrarlo, contra el ‘conseller’ de Interior, el posconvergente Miquel Buch, por su enfado ante el número de mascarillas enviadas por el Gobierno a Catalunya: 1.714.000, cifra que el dirigente de la Generalitat ligó a la fecha del asalto de Barcelona por parte de las tropas de Felipe V. Para Rufián, Buch, con su "numerología conspiranoica", se comportó como un "fanático".

En un plano más puramente político,el republicano ha pedido reactivar la "mesa de diálogo" entre el Gobierno y la Generalitat para abordar una "solución política" a la crisis territorial catalana, que el PSOE y ERC pactaron a cambio de la abstención del partido de Oriol Junqueras en la investidura de Sánchez. "Le insto a volver a convocarla en cuanto termine el estado de alarma, y en cualquier caso no más tarde de junio", ha pedido. Sánchez, de momento, se encuentra volcado en la llamada "mesa de reconstrucción" frente a la crisis del coronavirus, que al final, atendiendo a las peticiones del PP, será una comisión en el Congreso de los Diputados. En su primera intervención, el presidente ha pedido que este enfoque de "unidad" en la respuesta también se extienda a las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Desde Junts per Catalunya (JxCat), Laura Borràs, que en esta ocasión si ha intervenido en el hemiciclo, ha desplegado un discurso de ataque al Gobierno con una severidad similar a la del PP y sin mano tendida ni autocrítica por la gestión de la Generalitat, informa Fidel Masreal. "Se les ha acabado el crédito, otro estado de alarma es posible, con coordinación, descentralización, devolviendo las competencias y con un plan de desconfinamiento elaborado por expertos, necesitamos ofrecer garantías", ha asegurado Borràs. Ante lo que ha calificado de "155 sanitario, policial y digital, ineficiente e ineficaz", la posconvergente ha pedido un "Gobierno con estrategia".