División de opiniones en la comisión de secretos oficiales del Congreso tras la comparecencia este miércoles del jefe del CNI, el general Félix Sanz Roldán, sobre las grabaciones a la amiga de Juan Carlos de Borbón, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein. Mientras la portavoz adjunta del grupo de Unidos Podemos, Ione Belarra, aseguraba que salió de la reunión «con más dudas de las que tenía al entrar», la portavoz socialista Adriana Lastra dijo: «No pongo en duda lo contado por el general». Y esto en plena carrera, perseguida por periodistas que en vano le preguntaban si el PSOE apoyará la propuesta de Podemos de una comisión que investigue las revelaciones sobre supuestas comisiones y cuentas en Suiza del rey emérito que se extraen de las grabaciones a Corinna realizadas por el excomisario José Manuel Villarejo.

El PSOE, según fuentes de su grupo parlamentario, prioriza las negociaciones para salvar la votación de mañana sobre la senda de déficit. Difícilmente comunicará antes una postura sobre la comisión de investigación, aunque hoy Pedro Sánchez será sin duda preguntado en una aparición ante la prensa prevista tras entrevistarse con el presidente francés, Emmanuel Macron.

Más allá de lo contado, los diputados de la comisión de secretos mantuvieron su mutismo tras la comparecencia. Ya lo había dicho el director del CNI al llegar, a las cinco en punto de la tarde, y verse rodeado de micrófonos: «Comisión de secretos oficiales; se explica solo».

El nombre oficial de la comisión es «de Créditos Destinados a Gastos Reservados», y el nombre que le da la agenda oficial del Congreso a la protagonista ausente es «Corinna Larsen», con apellido de soltera. Ningún diputado quiso comentar su estado de ánimo tras la cita, o si acaso su opinión sobre el rey Juan Carlos mejoró tras oír a Sanz Roldán, pregunta que ni el peneuvista Aitor Esteban, ni el republicano Joan Tardà contestaron a EL PERIÓDICO mientras aceleraban por las escaleras del Congreso.

Los miembros de la comisión -asistieron también Rafael Hernando, del PP, y Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos- informarán hasta donde acostumbran a sus direcciones.

El general Sanz Roldán conoce ya bien el camino hasta la sala Mariana de Pineda del Congreso, donde se reúne la comisión. Estuvo en marzo pasado para hablar del imán de Ripoll, y el 19 de marzo de 2013 con el mismo tema que ayer, para negar que Corinna hubiera realizado labores por encargo del CNI.

Esta vez, y durante casi tres horas, Sanz Roldán compareció a petición propia, después de que, de las grabaciones filtradas, se desprendiera que Corinna contaba haberse sentido amenazada por el jefe del CNI. La comparecencia de Sanz Roldán es parte de la defensa que está desplegando contra lo que la abogacía del Estado considera chantaje de Villarejo. El martes, el general declaró en un juzgado como perjudicado por injurias del expolicía, hoy preso. Hoy espera a Villarejo el juez Diego de Gea, que investiga posibles chantajes con información reservada.