La preocupación de los españoles por la inmigración se ha disparado cuatro puntos en diciembre hasta convertirse en el sexto problema, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) difundido hoy, que señala que el paro continúa a la cabeza de las preocupaciones ciudadanas.

Así consta en el estudio del CIS correspondiente al mes de diciembre, elaborado justo después de las elecciones andaluzas del pasado 2 de diciembre, en cuya campaña electoral tuvo un especial protagonismo el tema de la inmigración.

Los tres principales problemas siguen siendo los mismos: el desempleo es citado por el 59,2 % de los encuestados, siete décimas más que el mes anterior, seguido de los políticos y la clase política, que baja dos puntos respecto a noviembre hasta el 29,8 %, y la corrupción y el fraude, que cae casi cinco puntos y se sitúa en el 24,7 %.

En cuarto lugar están los problemas de índole económica, que son una inquietud para el 22,6 %, dos décimas más que el mes anterior; la sanidad, con el 12,9 %, que repunta algo más de dos puntos; y la inmigración, mencionada por el 12,5 %, casi cuatro más que en noviembre.

Bajan la preocupación por la independencia de Cataluña, que pasa del 9,7 al 7,8 %; la incertidumbre sobre la calidad en el empleo, que ahora es citada por el 8,3 % (9,4 % en noviembre); o las pensiones, que preocupa al 5,9 %, un punto menos que un mes antes.

En cambio, aumenta el desasosiego por los problemas de índole social, que pasan del 9,2 al 10,1 %; por la educación, del 8,6 al 9,0 %; por la violencia contra la mujer, del 2,1 al 2,4 %, o por los nacionalismo, del 1,1 al 1,9 %.

Como es habitual, el CIS pregunta también a los encuestados su opinión sobre la situación económica, que es considerada buena o muy buena por el 4,5 % (el porcentaje era del 5,6 % en noviembre); regular por el 44,3 % (antes 42,2 %), y mala o muy mala por el 50,6 %, frente al 51,6 % de 30 días antes.

El 54,4 % de los españoles ve la situación económica igual que hace un año, el 27,8 % es más pesimista y opina que ha empeorado y un 16 % asegura que está mejor.

Para el futuro, apenas han variado por los porcentajes: el 41,6 % cree que estará igual; el 26 % teme que vaya a peor, y el 15,2 % confía en que mejore.

Además, el CIS cuestiona sobre la situación política, ante la cual ha aumentado el pesimismo de la ciudadanía: es calificada de buena o muy buena por el 2,5 %, cuando en noviembre la cifra llegaba al 4 %; es vista como regular pro el 20,8 % (el 22,3 % hace un mes), y es mala o muy mala para el 74 %, frente al 70,7 % anterior.

Son el 39,6 % los que dicen asimismo que las cosas están peor que un año antes y sólo el 8,5 % las ve mejor. Con la mirada puesta en el próximo año, los españoles desconfían de que la situación política evolucione favorablemente, ya que el 27,9 % está seguro de que irá a peor (27 % en noviembre); el 39,2 % sospecha que seguirá igual (39,4 % antes), y el 12,4 % espera una mejoría (15 por ciento un mes antes).