El apoyo internacional tan deseado por los independentistas no llega. Las últimas gestiones realizadas en persona por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, han sido dinamitadas. El Gobierno de EEUU y la fundación de Jimmy Carter dejaron claro este miércoles que no respaldan la causa independentista. La Embajada de Washington en Madrid envió un comunicado en el que subraya que quiere una España "fuerte y unida" y la institución del expresidente norteamericano dejó por escrito en otra nota que "ni él ni el Centro Carter podrían estar involucrados en este tema".

Estos gestos llegan tres días después de que Puigdemont se haya reunido con los congresistas estadounidenses Dana Rohrabacher y Brian Higgins y de que el 'president' viajara en secreto a EEUU para reunirse con Carter. En el comunicado, la embajada norteamericana insiste en que el debate en torno a Cataluña "es un asunto interno" y en que su Gobierno está "profundamente" comprometido en mantener una buena relación con España, un país con el que trabaja "en estrecha colaboración en una serie de desafíos mundiales".

"Desde el fomento del crecimiento económico mutuo hasta la lucha contra el ISIL [Estado Islámico] y la prevención del extremismo violento, España es un aliado vital, socio y amigo de Estados Unidos", se lee en la nota. La legación diplomática intenta así dejar claro que la visita del republicano Rohrabacher, que en varias ocasiones se ha manifestado a favor del derecho a decidir, y del demócrata Higgins no ha alterado la posición tradicional de EEUU en este asunto.

Los dos congresistas se reunieron con el 'president' y con diversos representantes políticos y de la sociedad catalana, pero rehusaron acudir a las citas ya agendadas con la Moncloa y el Ministerio del Interior que tenían el lunes por la mañana en Madrid. Los dos políticos norteamericanos tenían previsto también verse por la tarde con el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, pero tras el plantón a sus compañeros de Gobierno, el jefe de la diplomacia española delegó su representación en el director general para América del Norte, Fidel Sendagorta.

IGUAL QUE OBAMA

La fórmula elegida por EEUU para mostrar su respaldo al Gobierno de Mariano Rajoy es la misma que utilizó Barack Obama en septiembre del 2015, cuando se entrevistó con Felipe VI en el Despacho Oval de la Casa Blanca.

Esta 'aclaración' de Washington llegó pocas horas antes de que la fundación de Carter emitiera un comunicado en el que da su punto de vista del encuentro que ambos políticos mantuvieron la semana pasada en Atlanta, donde está la sede de esta institución dedicada a la mediación de conflictos. Este organismo asegura que el viaje de Puigdemont se enmarca en una "visita recíproca" por la entrega, en el 2010 en Barcelona, del Premi Internacional Cataluña al expresidente estadounidense. "La intención del Gobierno de Cataluña de promover un referéndum sobre la independencia fue compartido con el presidente Carter, que explicó que ni él ni el Centro Carter pueden estar involucrados en este tema", se señala en el texto.

LOS FAVORES DIPLOMÁTICOS

La Generalitat intentó encajar estas bofetadas diplomáticas, auspiciadas, según confirmaron fuentes diplomáticas, por el Ejecutivo español. A la cabeza vienen esos "favores" diplomáticos de los que hablaba hace pocos días el exministro José Manuel García-Margallo. La Moncloa quiso que Washington dejara clara su posición, al margen de la visita de los congresistas, y lo consiguió.

El Govern mostró "todo el respeto" hacia EEUU y trató de quitar importancia a la nota porque la considera "un comunicado a petición" del equipo de Rajoy "a causa del éxito de los contactos recientes". "Se constata que el caso de Cataluña es un asunto político relevante que mueve al Gobierno norteamericano a expresar una posición de no injerencia, pero que subraya su existencia", apuntaron fuentes de la Generalitat.

Respecto a la nota de la fundación Carter, esas mismas fuentes subrayaron que el jefe del Ejecutivo catalán nunca le pidió que se implicara en el 'procés' porque ya tenía claro que nunca lo hace "ni lo ha de hacer". "Sencillamente, Carter le preguntó al 'president' cómo iban las cosas en Cataluña y Puigdemont le explicó los preparativos respecto al referéndum", añaden.