Los dos mandos de los Mossos d'Esquadra que estuvieron junto a la comitiva judicial de la Guardia Civil frente a la Conselleria d’Economia el pasado 20 de septiembre han reconocido este martes que temieron que hubiera violencia por parte de "la masa" concentrada. Así lo han declarado, ante el juez del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena, un sargento y un inspector de la unidad de mediación, que han comparecido en calidad de testigos.

Admitieron haber apreciado "riesgo de actos violentos", "inseguridad" o "preocupación por que la masa pudiera hacerse con las armas" que los agentes de la Guardia Civil en funciones de Policía Judicial habían dejado en sus vehículos, explicaron a Efe fuentes presentes en la declaración. Preguntados sobre por qué no desalojaron a la "masa", respondieron que no era fácil con 40.000 personas concentradas. Por eso, explicaron, buscaron una salida alternativa para la comitiva judicial.

También ha testificado este martes el jefe de la Comisaría General de Información, Manel Castellví, quien ha señalado que advirtió a los entonces 'president', Carles Puigdemont; vicepresidente, Oriol Junqueras, y 'conseller'de Interior, Joaquim Forn, de que podría haber actos violentos el 1-O. Sobre la incineración de documentos por parte de los Mossos, asumió que se quemaron papeles recientes y referidos a seguimientos de personas o al llamado comité de coordinación de las fuerzas de seguridad.