El Tribunal Constitucional (TC) evitó ayer pronunciarse sobre el polémico recurso del Gobierno contra la investidura de Carles Puigdemont, que estuvo a punto de romper la unidad mostrada por el alto tribunal en todo lo referente al proceso secesionista. Los jueces no le dieron por tanto la razón, pero tampoco se la quitaron, después de que el Consejo de Estado considerara la impugnación prematura y aun así Mariano Rajoy siguiera adelante.

Los magistrados posponen su decisión y, mientras tanto, mantienen las medidas cautelares que exigen que la investidura sea presencial. Fuentes del Gobierno no pudieron ocultar su satisfacción por aspecto, porque consideran que las condiciones son de aplicación también para Jordi Sànchez, que a su juicio no podrá ser elegido telemáticamente ni por delegación si el juez del Supremo Pablo Llarena, como todo parece indicar por sus anteriores autos, no le permite salir de prisión para acudir al pleno de investidura previsto el 12 de marzo.

Además, el Tribunal Constitucional dio 10 días a la partes personadas para que informen de si consideran que el recurso ya carece de objeto, una vez que hay un nuevo candidato, lo que obligará a pronunciarse al Parlamento catalán sobre si ha desistido definitivamente de la candidatura de Puigdemont cuando el propio expresidente, después de dar su famoso paso al lado, aseguró que este era temporal y que su intención es volver a encabezar el Ejecutivo de la Generalitat. Este martes de hecho el portavoz del grupo parlamentario catalán en el Senado, Josep Lluís Cleries, señaló que el exjefe del Govern «no claudica ni se retira».

En este contexto, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló en los pasillos de la Cámara alta que lo «pertinente» del pronunciamiento del TC es que pregunte al Parlament sobre si la candidatura de Puigemont «sigue o no adelante», porque en su opinión «decide todo lo demás», en cuanto al recurso del Ejecutivo. La número dos del Ejecutivo subrayó además que, mientras contestan las partes -también lo hará la Moncloa- el TC «mantiene las medidas cautelares que adoptó en su día», que hacen necesaria «la presencia en el Parlament».

ACUERDO EN LAS NORMAS / Por ello, Rajoy, en respuesta a Cleries en la sesión de control, reclamó este martes a los partidos independentistas que abandonen el «espectáculo» y lleguen a un «acuerdo basado en las normas que rigen el Estado de derecho». El portavoz de CDC le había pedido en su interpelación que buscara una solución política y abandonara la «vía de la intervención, la violencia y la judicialización». Pero el presidente del Gobierno negó el «victimismo» secesionista y avisó de que para retomar el «diálogo» que garantizó con la Generalitat «primero tiene que haber un Gobierno que respete la ley y no imponga sus opiniones».

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, por su parte, señaló que «es conveniente no amenazar a los jueces», en respuesta al anuncio de JxCat de promover una querella contra el Supremo si no libera a Sànchez.