A las puertas de la quinta moción de censura de la democracia, varias formaciones parlamentarias han propuesto, sin éxito, dar plantó a Vox el próximo miércoles y jueves. ERC, EH Bildu y Compromís han puesto sobre la mesa la necesidad de aislar a la formación ultra y no participar en el debate de los próximos días. Un plan que el portavoz de los republicanos catalanes, Gabriel Rufián, ha llegado a exponer al PSOE y a Unidas Podemos, aunque no ha logrado convencerles.

"Lo mejor hubiera sido, en esta moción de censura, no hablar. Que nadie participara y se quedaran [Ignacio] Garriga y [Santiago] Abascal hablando solos, pero si no lo compra PSOE y Podemos no tiene ningún sentido", ha explicado Rufián este martes en el Congreso tras señalar que lo que se vivirá los dos próximos días en la Cámara baja será es "estreno de Torrente 6". Además, ha apuntado que la iniciativa de Vox es una "opa hostil a [Pablo] Casado y a todo lo que representa" el PP.

En la misma línea, su homóloga en EH Bildu, Mertxe Aizpurúa, ha subrayado la necesidad de alcanzar con el resto de partidos políticos una "posición conjunta que haga frente y reste trascendencia a la extrema derecha". Según ha dicho, se tiene que poner en marcha una "pedagogía antifascista". A este respecto, hace unos días, el PNV y EH Bildu anunciaron su intención de no participar en cualquier debate que proponga la diputada de Vox, Amaya Martínez, en el Parlamento Vasco durante el resto de la legislatura.

El último en sumarse a este cordón sanitario ha sido el diputado de Compromís, Joan Baldoví, que ha lamentado que en España no se haga como en el resto de Europa, donde se está "aislado" a partidos de extrema derecha. "Solo aquí se le está dando pábulo", ha insistido. Además, el líder de Más País, Íñigo Errejón, ha criticado la actitud "blanca y complaciente" del PP respecto a Vox.