El silencio de Junts per Catalunya (JxCat) sobre cómo prevé efectuar el regreso de Carles Puigdemont para que sea investido o, en su defecto, cómo pretende proclamarle sin que se persone en el Parlament, inquieta a ERC. El portavoz de los republicanos Sergi Sabrià presionó ayer a los posconvergentes recordándoles que tienen «el deber de concretar propuestas» sobre la investidura de su cabeza de lista. Les urgió a presentar una proposición sellada para que desde su partido puedan discutirla y transmitirles su necesario aval.

«No se puede tardar porque el calendario aprieta», insistió, ya que el 17 de enero se constituye la Cámara catalana siguiendo órdenes del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Desde entonces, dispondrán, como máximo, de 10 días para seguir negociando hasta la celebración de la primera sesión de investidura.

Pese a las idas y venidas de algunos dirigentes de ERC, que esta semana indicaron que Oriol Junqueras era su «plan B» a Puigdemont, Sabrià zanjó en una entrevista en la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que «está claro» que su candidato a liderar la Generalitat es el president cesado. «Solo hay un plan, el plan se llama Puigdemont», parafraseó, tras darse a conocer una comunicación interna enviada a las filas de Junts per Catalunya que descartaba cualquier otro candidato.

Convencido de que llegarán a un acuerdo, descartó una eventual repetición de las elecciones. Y sobre la posibilidad de que los exconsejeros en Bruselas puedan renunciar a su escaño para no perder votos y hacer correr la lista, señaló que «no puede peligrar» la mayoría parlamentaria y se limitó a apuntar que hay experiencias previas de participación política desde prisión. «Esto no va tanto de personas como de continuar sacando adelante el país», censuró.