ERC y el PDECat se preparan para ejercer el no, pero sí. En un contexto de equilibrios del independentismo entre la actitud más combativa y la voluntad negociadora, los diputados independentistas en el Congreso barajan la posibilidad de presentar una enmienda a la totalidad a los presupuestos generales del Estado para finalmente acabar retirando este texto o bien haciendo todo lo posible para que no acabe prosperando cuando se vote en la Cámara española. Se trata de mantener la presión máxima a Pedro Sánchez para que haga un gesto respecto al conflicto catalán.

Es en esta clave que cabe entender la posición de firmeza expresada ayer por el president Torra, que anunció que el soberanismo no tramitará las cuentas estatales si Sánchez no es «valiente» respecto al derecho de autodeterminación de Cataluña y la situación de los presos independentistas y los «exiliados».

En paralelo a la presión de Torra, los diputados de Esquerra y la posconvergencia afinan sus estrategias. A falta de que las cuentas entren en el registro del Congreso y se fije día para su debate, los dos partidos barajan la opción de presentar una enmienda a la totalidad a las cuentas de Sánchez con el objetivo de trasladar de nuevo la presión al tejado socialista pero sin llegar a tumbar los presupuestos en la votación final.

Es decir, que se mantiene viva la voluntad de permitir la admisión a trámite del proyecto de presupuestos, pero al mismo tiempo se trata de transmitir a Sánchez que si quiere que no haya tal veto debe de ofrecer algo. En ERC no se ha abordado aún la cuestión, pero amplios sectores abogan por esa enmienda. «Se trata de forzar un debate. Siempre se está a tiempo de retirar la enmienda», apunta una voz republicana a quien la imagen de votar del brazo de PP y Cs contra Sánchez le despierta algo más que grima. El fondo del debate independentista es si es conveniente o no forzar un adelanto electoral que lleve al Gobierno al PP y Cs, de la mano de Vox.