Desde la pasada medianoche, España ha activado una cautelosa y tímida reapertura de fronteras a los residentes de doce países de fuera de la Unión Europea. Se trata de todos los estados recomendados por la UE excepto tres: Marruecos, Argelia y China. En estos casos, el veto se mantiene por la falta de reciprocidad en la medida. Los dos vecinos del Magreb y las autoridades chinas tiene cerradas sus fronteras desde que estalló la pandemia. Pero tampoco la reciprocidad es total con la docena de nuevos países a los que sí se puede volver a viajar desde hoy.

Solo cuatro de ellos permiten la entrada en su territorio de ciudadanos procedentes de España: Túnez, Serbia, Montenegro y Corea del Sur, aunque en este último caso todo el que entre tiene que guardar una cuarentena de 14 días. Por el contrario, Australia, Canadá, Georgia, Nueva Zelanda, Ruanda, Tailandia y Uruguay tienen sus fronteras cerradas a los extranjeros con excepciones. El duodécimo país seguro, Japón, impide la entrada a los no japoneses que hayan estado en los últimos 14 días en una serie de países, entre ellos España.

El Gobierno solo ha aplicado el criterio de reciprocidad a tres de los quince estados acordados por los Veintisiete para reabrir fronteras. En el caso de China, la propia recomendación europea ya estaba condicionada a la reciprocidad. En cuanto a Marruecos y Argelia, la orden ministerial publicada ayer en el BOE aduce además que son los dos países de la lista europea con los que España tiene un volumen importante de tránsito. Marruecos tiene la frontera cerrada, en principio, hasta el 10 de julio, y aún no ha anunciado qué hará después.

Esa misma orden ministerial recuerda las excepciones para el cruce de personas por el territorio comunitario, entre los que se incluyen estudiantes que realicen sus estudios en los estados miembros o asociados del espacio Schengen y que dispongan del correspondiente permiso o visado.