España vendió el año pasado armas por más de 361 millones de euros a los países que forman parte de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí, implicada en la guerra de Yemen. Así consta en el informe Estadísticas españolas de exportación de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías del 2017, que anualmente remite la Secretaría de Estado de Comercio a las Cortes Generales.

En total, España exportó 4.346,7 millones de euros el pasado año en material de defensa, el 7,3% más que en el 2016 y la cifra más elevada de los últimos años. Arabia Saudí es el principal cliente de la industria bélica española fuera de la OTAN y la Unión Europea. En concreto, España exportó al país 270,2 millones de euros entre los que se encuentran un avión de transporte, repuestos para aeronaves, drones, plataformas porta morteros, granadas de mortero, munición de artillería, equipos de detección y cámaras de infrarrojos.

VENTAS POLÉMICAS / Las ventas de material de guerra a Arabia Saudí siempre están envueltas en polémica debido a que este país lidera la coalición que desde el 2015 puso en marcha una ofensiva en Yemen en la que ha sido acusado de violaciones de los Derechos Humanos por los ataques contra población civil.

Tanto Unidos Podemos en las Cortes Generales como las oenegés unidas en la campaña Armas bajo control, han pedido en reiteradas ocasiones que cese la venta de material bélico a Arabia Saudí mientras siga implicado en la guerra de Yemen. Sin embargo, el Gobierno español subraya en el informe de exportaciones que todas las licencias relativas a munición fueron acompañadas de certificados de último destino con «estrictas cláusulas de no reexportación y uso fuera del territorio del país».

Además de Arabia Saudí, en la coalición participan con mayor o menor implicación otros países como Catar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin, Egipto, Jordania, Marruecos, Sudán y Senegal. En el caso de Emiratos Árabes Unidos, España le vendió en el 2017 material de guerra por un importe cercano a los 53 millones de euros.

Amnistía Internacional ha reclamado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cumpla con sus compromisos electorales y no permita la exportación de material bélico a Arabia Saudí «cuando exista riesgo claro de que puedan ser utilizadas para violar el derecho internacional».

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos informa de que, entre marzo del 2015 y este mes de agosto, han fallecido más de 6.500 civiles en Yemen como consecuencia de la guerra y otros 10.500 han resultado heridos.

EL ATAQUE DEL JUEVES / El último episodio escalofriante ocurrió el jueves, con motivo del bombardeo llevado a cabo por la coalición saudí en la población de Dahyan, en el norte de Yemen. Según confirmaron fuentes oficiales al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las cifras de víctimas siguen aumentando. «Entre los 51 muertos hay 40 niños, mientras que entre los 79 heridos también se hallan 56 menores. Los números hablan por sí mismos», informó a través de Twitter el jefe de la delegación del CICR en Yemen, Johannes Bruwer, citando fuentes de las autoridades locales de Sadá.

La organización humanitaria confirmó en la misma red social la llegada de decenas de cadáveres a un hospital con el que colaboran en Sadá tras el bombardeo de un autobús con niños en el mercado de Dahyan. En concreto, el CICR había asegurado que hasta estas instalaciones habían sido trasladados los cuerpos de 29 niños, «todos ellos de menos de 15 años». Las autoridades hutis, sin embargo, elevan esa cifra a 40 fallecidos. La mayoría de ellos eran alumnos de una escuela que se desplazaban en el vehículo para llevar a cabo actividades de verano. La coalición que lidera Arabia Saudí, que combate en Yemen del lado del Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, reconoció la autoría de los ataques pero aseguró que el objetivo eran los equipos utilizados por los rebeldes hutis para lanzar misiles contra territorio saudí.