La reforma del Código Penal no solo afectará a la sedición, a los delitos sexuales y a los ambientales. También servirá para prohibir la exaltación y apología del franquismo, un compromiso que tanto el PSOE como Unidas Podemos llevaban en sus respectivos programas electorales.

«Exhumaremos a las víctimas que aún yacen en las fosas comunes, retiraremos la simbología franquista que aún queda en lugares públicos y reformaremos el Código Penal para que la apología y la exaltación del franquismo sean al fin un delito», afirmó ayer la portavoz parlamentaria del partido socialista, Adriana Lastra, durante un acto organizado por Nueva Economía.

«En democracia no se homenajea ni a dictadores ni a tiranos», añadió. Los socialistas tienen prisa por sacar adelante esta modificación penal y contemplan tramitarla por la vía de urgencia.

Pero la portavoz del PSOE indicó que será el Gobierno, y no el grupo parlamentario, quien llevará esta iniciativa al Congreso de los Diputados, un hecho que dilata los plazos. Los proyectos de ley, que son propuestos por el Ejecutivo, necesitan del informe preceptivo, pero no vinculante, del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La modificación, señaló la también vicesecretaria general socialista, «saldrá» del Consejo de Ministros.

El departamento de Justicia, de hecho, ya maneja «un borrador». Y este, concluyó la portavoz en el Parlamento, no formará parte de la negociación con la Generalitat de Cataluña, a pesar de que la rebaja del delito de sedición beneficiará a los presos del procés.

«El Código Penal no se negocia con los territorios», zanjó Lastra, que también rechazó la figura del «mediador» que reclama el presidente de la Generalitat, Quim Torra.