Iñaki Urdangarin ha logrado que un juez le permita salir de la cárcel dos días a la semana para hacer de voluntario. El que fuera su socio, Diego Torres, también condenado por el caso Nóos, lleva intentando desde hace meses que se le aplique un régimen penitenciario más flexible que le permita abandonar la prisión de Brians 2, donde está cumpliendo la pena impuesta. Ante el silencio de las autoridades penitenciarias catalanas, su abogado, Manuel González Peeters, ha presentado tres escritos a distintos organismos, entre ellos a la Generalitat, en los que solicita que se le aplique el mismo trato que al exdiputado de CiU, Oriol Pujol Ferrusola, al que la junta de tratamiento de la cárcel donde estaba ingresado autorizó en mayo pasado a salir diariamente del centro penitenciario para trabajar y ejercer de voluntario.

Torres insta a que se le aplique el artículo 100. 2 del régimen penitenciario que «permite la flexibilización de los diferentes regímenes de vida para adaptarlas a las circunstancias del interno», el mismo precepto, recuerda el escrito de su abogado y al que ha tenido acceso este diario, que permitió a Oriol Pujol salir de la prisión.

Los escritos recuerdan que Iñaki Urdangarin fue condenado a cinco años y diez meses de cárcel malversación de fondos por el caso Noos. A Torres se le impuso una pena ligeramente menor: cinco años y ocho meses y cumpliría la cuarta parte de la condena en noviembre del 2019.

El abogado detalla que Torres cumple con los requisitos para otorgarle la flexibilidad de la ejecución de la pena, pues ha realizado en la cárcel diversos programas, cursos y actividades. Además, cuenta con informes positivos de la prisión, su comportamiento es «intachable, es un delincuente que no ha cometido ningún otro delito, tiene una oferta de trabajo y está dispuesto a hacer de voluntario para atender a personas desfavorecidas».