L a segunda regularización fiscal presentada por el rey emérito se conoció el pasado jueves, justo en el momento en el que los fiscales del Tribunal Supremo encargados de las diligencias abiertas en su contra estaban pendientes del resultado de varias comisiones rogatorias cursadas para avanzar en las pesquisas y que, dependiendo de su resultado, pueden concluir en la interposición de una denuncia contra Juan Carlos I. Una de ellas, que está dirigida a Mónaco para interrogar a su primo Álvaro de Orleans, creador de la fundación Zagatka, está directamente relacionada con el motivo alegado por el exmonarca para ponerse al día con Hacienda, informaron a el Periódico fuentes fiscales. De Orleans es sin duda la persona que más puede decir sobre el motivo por el que se pagaban vuelos a Juan Cartos I, que ahora el emérito se ha sentido en la obligación de declarar como deuda fiscal contraída.

Ayer, el abogado del rey retirado, el exfiscal Anticorrupción Javier Sánchez-Junco, confirmó con un comunicado la segunda regularización. En la nota concreta que ha pagado 4.295.901,96 euros con «intereses de demora y recargos» por «las rentas derivadas de la asunción, por la Fundación Zagatka, de determinados gastos por viajes y servicios realizados» por el emérito «de lo que podrían derivar determinadas obligaciones tributarias que han quedado regularizadas» de esta forma, sostiene.

Cuando declaró como testigo ante el fiscal suizo Yves Bertossa, De Orleans lo negó y sostuvo que todas las propiedades y cuentas a su nombre son suyas y no del emérito, entre ellas la fundación que creó con Arturo Fasana para, según su versión, ayudar a las monarquías europeas cuando lo necesitaran conforme le había encomendado su padre, como también contó en una entrevista a El País . Sí admitió uno de los datos facilitados por la princesa alemana: que pagaba los viajes en avión privados a su primo. Lo justificó en la amistad que les une y para evitar que apareciera en listas oficiales de pasajeros. Lo hizo entre el 2007 y 2018 por tres millones de euros.

Ahora el monarca retirado parece que da otra explicación, lo que puede tener consecuencias tanto en las diligencias abiertas en España como en Suiza, si lo ya declarado por terceros contradice lo manifestado en la última regularización fiscal. El monto por el que se ha realizado superaría esos tres millones reconocidos por De Orleans. El sindicato de técnicos de Hacienda Gestha calcula que lo aflorado asciende a más de siete millones.

La fiscalía también aguarda, además, la respuesta de las autoridades de la isla de Jersey en relación con la comisión rogatoria que ha cursado para poder profundizar en la tercera de las diligencias abiertas en relación con el emérito, en concreto, la relativa a los fondos que presuntamente guarda en este paraíso fiscal del Canal de La Mancha.

Mientras tanto, personas cercanas Juan Carlos I fueron dejando caer ayer que los 4,4 millones sufragados ahora proceden de préstamos de amigos, sin que conste cuántos ni quiénes, pero sí que los préstamos se formalizaron ante la Agencia Tributaria de Madrid y no tributan por no ser donaciones. En cualquier caso, la regularización, al igual que la de diciembre, será estudiada al detalle por la Fiscalía, para determinar a qué se refiere, de dónde proceden los fondos y si cumple con su objetivo de saldar la deuda fiscal contraída. El ministerio público aún no tiene el informe de los peritos de Hacienda sobre la anterior, lo que le impide pronunciarse sobre si los 678.393 euros que eran suficientes para neutralizar la segunda de las diligencias fiscales abiertas, por el pago con tarjetas opacas por él y sus familiares, pero no por Felipe VI, Letizia y sus hijas. H