El fiscal pidió ayer que la Audiencia Nacional eleve las penas de los ocho condenados por agredir la madrugada del 15 de octubre del 2016 a dos guardias civiles y sus parejas en un bar de Alsasua (Navarra). El ministerio público estima que fue un acto terrorista y rechaza la «teoría del montaje». La Sala de Apelación celebró ayer la vista de los recursos presentados por la fiscalía y las defensas contra la resolución del tribunal. Los ocho condenados reclamaron su absolución.

La Audiencia Nacional condenó el pasado junio a 13 años de prisión a Ohian Arnanz; a 12, a Adur Ramírez y Jokin Unamuno; a 10, a Iñaki Abad; a nueve, a Julen Goicoechea, Jon Ander Cob y Aratx Urrizola, y a dos años a Ainara Urquijo. Solo esta se encuentra en libertad. Los delitos por los que fueron condenados son atentado a la autoridad, lesiones y desórdenes públicos.

El fiscal José Perals considera que las penas deben ser de entre 12 y 62 años de cárcel por los delitos de amenazas y lesiones terroristas o de entre 6 y 17 años por terrorismo y desórdenes públicos. En su informe, rechazó que el procedimiento sea, como defienden los acusados, fruto de una «conspiración de la Guardia Civil y de un montaje policial».