La fiscalía de la Audiencia Nacional describe a la célula yihadista que cometió los atentados de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils como una "célula criminal local seguidora de los postulados de la organización terrorista Estado Islámico, reunida en torno a la figura del fallecido imán que fue de las comunidades El Fath y Annour" de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, muerto en la explosión de Alcanar, según consta en el escrito de acusación fiscal al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO.

Como los autores de los atropellos murieron abatidos por los Mossos o en la explosión donde preparaban el explosivo que iban a utilizar en un primer momento, la fiscalía solo dirige su escrito de acusación contra tres personas. Y solicita para ellos penas que oscilan entre los ocho años y los 41 años de cárcel. Las petición más alta es para los considerados miembros de la célula terrorista, aunque uno, Driss Oukabir, quien alquiló la furgoneta con la que se cometió el atropello mortal de La Rambla, se desvinculó a última hora de los planes asesinos del grupo, por lo que pide 36 años para él. Para el otro, único superviviente de la explosión de Alcanar, Mohamed Houli Chemlal, pide 41.

El tercer arrestado, semanas después en una carnicería de Castellón, fue Ben Said Ben Iazza, que, según la fiscalía fue colaborador de la célula terrorista adoctrinada en Ripoll por el imán Abdelbaki Es Satty y cuyos miembros acabaron siendo abatidos por los Mossos tras cometer los atropellos terroristas de La Rambla y Cambrils.