El El Parlamento catalán volvió a pronunciarse ayer sobre la autodeterminación, pese a las reiteradas advertencias del Tribunal Constitucional. Las piruetas del presidente del Parlament, para desobedecer ma non troppo, incluyendo cambios de hora y de orden del día, soliviantaron tanto a JxCat como a la CUP.

La Fiscalía General del Estado instó a la catalana a valorar si la actuación de la Mesa durante las últimas semanas es constitutiva de algún tipo de delito. Y es que el Parlament y el Tribunal Constitucional jugaron ayer al gato y el ratón. La partida la comenzó el presidente de la Cámara catalana, Roger Torrent, el lunes, cuando modificó el horario del pleno previsto inicialmente a las 15 horas para oficiarlo a las 9 horas. El TC se había citado a las 10 horas para suspender la moción de la CUP sobre la autodeterminación que figuraba como el último punto del orden del día. Eso hizo que los parlamentarios de ERC pidieran una alteración horaria para evitar que Torrent incurriera en un delito de desobediencia en el caso de que la suspensión llegara antes de la votación.

Torrent ha sido advertido, con la de ayer, hasta cuatro veces de que un regate en estos términos acarrearía consecuencias penales. A su vez, el TC no quedó impasible y respondió al adelanto de seis horas del Parlament con otro, de su cónclave, de 30 minutos. Contrarreloj y foto finish. A las 10:06:01 horas anunciaba el inicio de la votación y a las 10:06:14 horas proclamaba el resultado.

JxCat y ERC dieron su sí al punto que exponía que el Parlament «expresa su voluntad de ejercer de forma concreta el derecho a la autodeterminación y de respetar la voluntad del pueblo catalán». Los comuns se abstuvieron. Cs se fue del hemiciclo con duras críticas a la pirueta soberanista y el PSC y el PPC no votaron. El malestar fue extensible al Govern, ya que los miembros del Ejecutivo con acta no pudieron votar porque, gracias al adelanto de seis horas, estaban reunidos en el Consejo Ejecutivo como cada martes por la mañana.

SIN PUBLICACIÓN / Las prisas sirvieron poco. En una reunión de la Mesa tras el debate el secretario general del Parlament, Xavier Muro, apercibido también por el TC y ausente por enfermedad, certificó que esta moción no se publicará en el Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña (BOPC). Es decir, no quedará constancia de que haya sido aprobado.

No fue lo único que quedó ayer en papel mojado. La endeble respuesta unitaria a la sentencia del procés que debía votarse en 15 días, tras meses de intensas y complejas negociaciones, se encontró también con el portazo del TC, que suspendió la tramitación parlamentaria del punto 11.