La fiscalía ha presentado un recurso de apelación ante la Audiencia de Barcelona contra la concesión por parte del juzgado de vigilancia penitenciaria 5 de Cataluña de un permiso al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, para salir tres días de la cárcel de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona).

El fiscal asegura que Cuixart presenta "importantes distorsiones cognitivas, puesto que niega el carácter delictivo de su conducta", lo que necesariamente le impide modificar su actitud, y también recalca que no se arrepiente de los hechos y ha expresado que lo volvería a hacer. También reitera que no se tomaría la misma decisión en un caso de homicidio o agresión sexual si el condenado no reconociera los hechos.

En su recurso, la fiscalía remarca la "gravedad" del delito por el que Cuixart fue condenado, y subraya que esto tiene que influir en la hora de decidir si puede disfrutar de permisos, al margen del tiempo que lleve en la prisión. Insiste que los informes no muestran el arrepentimiento del líder de Òmnium. "La percepción del interno de que los hechos no fueron violentos es contraria a los hechos declarados probados en la sentencia condenatoria", apunta.

Según la fiscalía, Cuixart quizás reconoce los hechos, pero "hace su propia interpretación de los mismos, no considerando que sean un delito". "Todo ello no son más que manifestaciones justificativas de su actividad delictiva", insiste.

"RIESGO DE COMISIÓN DE NUEVOS DELITOS"

Cita el libro que ha escrito con el título 'Ho tornaria a fer', así como su último turno de palabra durante el juicio al Supremo. "No hay verdadera asunción delictiva", opina el ministerio público, que remarca que es "muy difícil" detectar una posibilidad de reeducación y reinserción si no se asumen los hechos. A su parecer, existe el riesgo de que el permiso "se utilice para la comisión de nuevos delitos o para la realización de conductas contraproducentes para los fines del tratamiento penitenciario, y recuerda que el delito de sedición requiere una preparación que en el caso de Cuixart "se prolongó durante años".

También reitera que no se tomaría la misma decisión en un caso de homicidio o agresión sexual si el condenado no reconociera los hechos. El interno, sigue, "presenta importantes distorsiones cognitivas, puesto que niega el carácter delictivo de su conducta, el que necesariamente impide la modificación de conductas desajustadas".

"CAMBIAR EL 'STATU QUO' DE CATALUÑA"

Sobre los programas de tratamiento, replica a la jueza que el hecho que no haya no es excusa, y que tampoco se pretende cambiar su ideología, sino que reconozca que para cambiar el 'statu quo' de Cataluña se tienen que utilizar vías legales. "Un gobierno autonómico no puede transformar la estructura del Estado y plasmarlo en un texto legal fuera de los caminos jurídicos de reforma", remarca la fiscalía, que apunta que mientras Cuixart no se someta en un programa de tratamiento no puede disfrutar de permisos.

La magistrada de Vigilancia Penitenciaria autorizó dicho permiso al entender que la afirmación 'ho tornaria a fer' ('lo volvería a hacer') "no puede sino considerarse como una mera expresión de un pensamiento ideológico/político" por parte de Cuixart, y que no supone que quiera reincidir en la conducta que supuso su condena por el Tribunal Supremo.

Jordi Cuixart salió el pasado día 13 de la prisión para ir a trabajar a su empresa y a realizar labores de voluntariado. Esta salida se produce en virtud de la aplicación del artículo 100.2 de régimen penitenciario que permite a los reclusos salir a trabajar y para realizar voluntariados. Es la primera vez que Cuixart se beneficia de este artículo.