La junta de tratamiento de la prisión de Lledoners y la de Puig de Les Basses acaban de dar permiso a Joaquim Forn y a Dolors Bassa, respectivamente, para salir varias horas a la semana de prisión para ir a trabajar y a cuidar a su madre en aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario. Lo que en la práctica supone adquirir el segundo grado penitenciario.

El exconsejerode Interior, Joaquim Forn, está condenado a 10 años de prisión por un delito de sedición y está en la prisión desde el 2 de noviembre del 2017.

El nuevo puesto de trabajo de Forn le permite salir del centro penitenciario para ir a trabajar y volver solo a dormir. Eso no excluye los permisos del fin de semana que, cuando llegue el momento con un cuarto de la pena cumplida, pueda empezar a pedir.

Según ha informado la Consejería de Justicia, en el caso de Forn, la Junta de Tratamiento de la cárcel barcelonesa de Lledoners ha acordado permitir que salga cinco días a la semana, de lunes a viernes, doce horas y media cada jornada, para ir a trabajar.

Cuidar a su madre

La exconsejerade Trabajo Dolors Bassa está condenada a 12 años por sedición, e intentó anular la condena porque la sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo presidido por el juez Marchena la confundía con Clara Ponsatí.

Bassa podrá salir tres días a la semana, ocho horas cada jornada, para ir a cuidar de un familiar de edad avanzada.

De esta forma, Forn y Bassa son los primeros exconsejeros del Govern de Carles Puigdemont condenados por el procés a los que se aplica el artículo 100.2 del reglamento penitenciario para que puedan salir de la cárcel para trabajar o ejercer de voluntariado, medida que ya se ha aprobado también para el exlíder de la ANC Jordi Sànchez, el de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell.

"Previsible" para todos los presos

La consejera de Justicia de la Generalitat, Ester Capella, ha afirmado este jueves que es "previsible" que las cárceles catalanas apliquen el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario a los nueve condenados por el proceso soberanista por el Tribunal Supremo, permitiendo que salgan durante unas horas al día.

En una entrevista de Catalunya Ràdio, Capella ha hecho hincapié en que el 100.2 "es una forma de cumplimiento de la sentencia" prevista en la ley, y ha dicho que los presos tienen los mismos derechos y deberes que el resto de internos.

Capella, que no ha descartado que en el futuro puedan obtener el tercer grado cuando en seis meses se revisen las clasificaciones, ha valorado que "es una anomalía que estén en prisión" y ha recordado que el Govern defiende la amnistía para ellos porque no deberían estar en prisión, ya que a su juicio, los hechos sucedidos en octubre de 2017 no son delictivos.