Los mundos paralelos presentan ventajas varias, por ejemplo, que en unos puedes encontrar elementos que en otros ya no existen. Tanto en la serie Fringe como en El hombre en el castillo (ahora serie y primero libro de Philip K. Dick), el multiverso ofrece consuelo: personas muertas en una línea temporal determinada siguen vivas en otra simultánea, en la que la vida ha evolucionado de forma distinta.

En el universo paralelo de Fringe, el gobierno es una especie de dictadura. En el universo paralelo de El hombre en el castillo, los nazis han ganado la segunda guerra mundial. En el mundo paralelo de la Diputación de Barcelona, la unidad del independentismo se mantiene intacta, aunque no le faltan sobresaltos.

Hay que recordar que la diputación ya era un mundo paralelo en la política catalana por otros motivos: aquí el PSC y JxCat son socios de gobierno.

LA INICIATIVA

Los grupos de ERC y Junts per Catalunya en la Diputación de Barcelona presentaron una moción de rechazo de las resoluciones de la Junta Electoral Central y el Tribunal Supremo contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el encarcelado líder de ERC, Oriol Junqueras, eurodiputado electo. El texto se ha debatido en el pleno que este jueves ha celebrado la diputación, ese mundo alternativo también porque los partidos suelen emplearlo para colocar al personal. Apenas tiene vida pública, por lo que apenas suscita críticas.

La moción tenía su miga, ya que llegaba exactamente 24 horas después de que Torra anunciara que la legislatura tocará pronto a su fin, y de que mostrara de forma descarnada la distancia y la desconfianza que existe entre Jxcat y ERC. El texto consta de varios puntos: el rechazo a las resoluciones que afectan a Torra y Junqueras; el apoyo a las propuestas de resolución aprobadas por el Parlamento catalán en el mismo sentido; la petición al Estado español de que encuentre una solución política al procés; la reclamación de la puesta en libertad de los presos y presas políticos y el libre retorno de los exiliados, entre otros puntos.

VIGENCIA Y DISCREPANCIAS

Conscientes del día en el que se encontraban, las oradoras que han defendido a la criatura han echado mano de alguna explicación suplementaria. Queremos dejar clara la vigencia y el sentido de la moción, ha afirmado la republicana Annabel Moreno, alcaldesa de Arenys de Mar, que ha añadido: Todo pasa porque Torra siga como presidente, cómo conseguirlo puede ser motivo de discrepancia. Seguimos apostando por la vía del diálogo y esperamos que en el otro lado hay alguien. Se entiende que por el otro lado se refería al Gobierno central, pese a que desde ayer el otro lado es también JxCat.

Por los posconvergentes ha intervenido la concejala en Barcelona Neus Munté: Pese a los últimos acontecimientos, creemos que el espíritu de la moción es plenamente vigente. Tenemos la ocasión de empezar a recoser la confianza que debemos a los independentistas.

EN COMÚ GUANYEM

Entre algunos grupos cundía una mezcla de irritación cachondeo por el hecho de que los socios independentistas defendieran una propuesta cuando está claro que ya solo son socios hasta que se firmen los papeles y uno encuentro otro piso en el que vivir. El PSC, Ciutadans y el PP han votado en contra de la moción. En Comú Guanyem (porque en este universo el Podem es Guanyem) se ha abstenido, como Tot per Terrassa. La moción ha sido derrotada, con 22 votos en contra, seis abstenciones y 21 votos favorables.

La guinda de la situación es que la derrota independentista se ha producido por falta de asistencia. En concreto, por la ausencia de un diputado de JxCat, Josep Tarín, alcalde de Talamanca, y de una diputada de ERC, Montse Benedí, concejal en Barcelona. Benedí, eso sí, tenía un motivo claro: la intervención quirúrgica de un familiar. Al constatar que la votación estaba perdida por la ausencia del posconvergente, relatan fuentes republicanas, Benedí ha optado por irse. Y así, con este desenlace amargo e inesperado, ha acabado el último capítulo del multiverso secesionista.