El juez en excedencia y exlíder de Vox en Andalucía Francisco Serrano anunció este martes su renuncia al escaño en el Parlamento andaluz con duras críticas a sus antiguos compañeros, a los que acusa de haberle “atacado para recuperar acta y escaño”. “Sólo obtuve ingratitud, desdén y desprecio desde el primer momento”, reprocha Serrano, que en julio se marchó del partido ultra y pasó al grupo de los diputados no adscritos tras anunciarse que la Fiscalía Superior de Andalucía le investigaba por un supuesto fraude en subvenciones públicas.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) había citado a declarar el próximo día 8 de septiembre a Serrano y a su exsocio en la empresa Bio Wood Niebla, que percibió una ayuda estatal de 2,4 millones de euros que no devolvieron, por lo que al decaer su aforamiento el caso pasará ahora a la justicia ordinaria. “He optado por lo que creo que es más digno, para poder defenderme con garantías ante un juzgado imparcial en Sevilla como cualquier ciudadano”, avanzó el juez este martes a Radio Nacional.

En un escrito difundido a través de sus redes sociales, quien fuera candidato a la Presidencia de la Junta en las elecciones autonómicas de 2018 y logró la irrupción de la formación en las instituciones españolas, explica los motivos de su renuncia, que se produce justo al inicio de la temporada de sesiones plenarias tras el parón estival. “Renuncio a mi acta de diputado, al sueldo, emolumentos y demás prerrogativas inherentes al cargo, incluido el aforamiento, con el fin de poder defenderme como cualquier ciudadano ante un juzgado ordinario”, justifica.

Cansado de la "persecución mediática"

Sin embargo, Serrano no oculta su hartazgo ante los ataques de sus compañeros de filas. “Estoy cansado de tanta persecución mediática y política, incluida la del que había sido mi partido, pese a la primera versión oficial de respeto y comprensión a una decisión consensuada y que tenía por fin no perjudicar a la imagen de Vox”, añade.

Según explica, se ha visto “atacado” por ciertos sectores de la formación de ultraderecha --“el partido por el que lo di todo”--, con el único objetivo de recuperar “un acta y escaño que conseguí con esfuerzo y entrega a la esperanza, principios y valores que representaba Vox, contribuyendo, activamente, al resultado inesperado en las elecciones de 2018”. “A cambio, solo obtuve ingratitud, desdén y desprecio desde el primer momento, desde el día siguiente al del éxito electoral”, lamenta.

Decepcionado con la política

El juez detalla que inicialmente, y “porque muchos me insistieron”, se pasó al grupo de los diputados no adscritos para seguir siendo parlamentario. Así, afirma que estaba dispuesto a “aguantar la presión con tal de ser útil y sin perjudicar al que fue mi partido”, pero al final ha llegado a la conclusión de que “no merece la pena el esfuerzo, al ser relegado y ver vetada y restringida la posibilidad de presentar iniciativas en defensa de unos valores, con los que se identifican miles de votantes”.

“Entré en política para aportar y prestar un servicio, y no para servirme”, señala antes de expresar su “gran decepción”, “frustración” e incluso “desengaño” con la política. En su opinión, unos “arriesgan, lo dan todo para defender ideales y conquistan fortalezas a costa de desangrarse, y, otros, recibiendo trato de favor y sin arriesgar nada, se aprovechan de las conquistas y brechas abiertas por los primeros en murallas antes inexpugnables”. "Vine para intentar cambiar la política, y no pudo ser", reflexiona.

En este punto, Serrano también deja claro que siempre ha defendido “la libertad de discrepar y, entre otros, los valores de mérito y capacidad, sin privilegiar a unos o discriminar y purgar a otros por mera conveniencia, e incluso a costa de no respetar el principio de presunción de inocencia”.

Según añade, su intención ahora es retomar su actividad profesional en el despacho de abogados que fundó, y que entre otras ramas legales lleva cuestiones de familia. Un asunto que conoce bien, por cuanto siendo juez fue inhabilitado por el Tribunal Supremo tras modificar el régimen de visitas de un menor para que éste asistiese a una procesión de la Semana Santa de Sevilla en 2010. Posteriormente el Consejo General del Poder Judicial le reintegró a la carrera judicial, aunque no ha vuelto a ejercer de juez. En los últimos meses, el despacho ha ofrecido sus servicios a las víctimas de la pandemia por el coronavirus, lo que le ha valido una queja de la Asociación Libre de Abogadas y Abogados de Madrid (ALA) ante el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE).