Llevar la momia de Francisco Franco por vía aérea desde el Valle de los Caídos hasta su nueva inhumación en el cementerio de El Pardo «reduciría al mínimo los riesgos para la seguridad» ante posibles sabotajes de grupos de extrema derecha. Según ha sabido este diario, ese es el argumento que han transmitido al Gobierno los expertos de la Guardia Civil que participan en el dispositivo de seguridad para la exhumación y reinhumación del dictador, cuyas reuniones comenzaron esta semana.

El traslado en aeronave es la «maniobra más segura» para sortear posibles boicots planteados por grupos de extrema derecha en caso de que se emplee la vía terrestre, como cortes en carreteras o barreras humanas que puedan obstaculizar el paso durante los 60 kilómetros que separan el Valle de los Caídos del nuevo destino para los restos del dictador. Una hora de camino en coche quedaría así reducida a menos de la mitad de tiempo en helicóptero, lo que reduciría también considerablemente los riesgos para la seguridad.

Fuentes del Ministerio del Interior no quisieron comentar los detalles de las reuniones para preparar el traslado de los restos ni las opciones que manejan «por razones de seguridad». En ese grupo de trabajo participan altos mandos de Guardia Civil y Policía Nacional. «Se está buscando el dispositivo más adecuados para antes, durante y después del traslado», añadieron.

El plan de llevar los restos de Franco en helicóptero tiene un serio inconveniente. Las ruedas «dañarían el pavimento de la explanada de la lonja donde se ubica la basílica» durante las maniobras de aterrizaje y despegue, según fuentes consultadas.

A falta de que el Gobierno confirme la fecha de la exhumación, Interior ya prepara el dispositivo policial, que incluirá movilizar antidisturbios y emplear inhibidores de drones para evitar que alguien pueda realizar fotografías aéreas.