Galicia lucha a contrarreloj contra el infierno que arrasa sus bosques. Los fuegos se han cobrado, hasta ahora, la vida de cuatro personas y han llevado a los gallegos a defender sus viviendas.

Los ciudadanos denuncian que el abandono de los bosques es la principal causa de los siniestros. Las condiciones de sequedad, calor y viento, conjugadas con el mal estado de los bosques atestados de eucaliptos --de fácil y enérgica combustión--, pueden justificar la virulencia de las llamas, pero no que 150 focos se han prendido casi al unísono.

Un hombre de 70 años, última víctima mortal, falleció el domingo por la noche tras sufrir una caída cuando intentaba apagar un fuego en la parroquia de San Andrés de Comesaña, en la ciudad pontevedresa de Vigo, según informaron fuentes sanitarias. El hombre fue atendido y trasladado en una ambulancia medicalizada hasta el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde ya llegó sin vida.

Se trata de la cuarta víctima mortal relacionada con los incendios forestales que arrasan Galicia, tras el fallecimiento de dos mujeres de avanzada edad en Nigrán (Pontevedra) y de un varón en el municipio ourensano de Carballeda de Avia.