Aunque el foco mediático estos días está en los pactos para conformar los gobiernos autonómicos y locales, el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, ya está pensando en cómo será su futuro Gabinete y qué cambios quiere hacer para encarar la nueva legislatura. Una de las modificaciones que en principio está obligado a llevar a cabo es la de sustituir al ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, que ha sido cabeza de cartel en las europeas y a partir de julio empezará una nueva etapa en el Parlamento de Estrasburgo. En el departamento, los nombres del posible sucesor del político catalán ya están corriendo y entre los que más se repiten se incluye el de Cristina Gallach (Barcelona, 1960), la única española que ha estado en puestos relevantes en las tres grandes organizaciones internacionales: la OTAN, la ONU y la Unión Europea, de la que es alta funcionaria.

Gallach, actual alta comisionada para la Agenda 2030, como se conoce al plan de cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, trabaja en el complejo de la Moncloa desde julio del 2018. Su nombre ha entrado en las quinielas junto al de José Manuel Albares, asesor internacional del jefe del Ejecutivo la pasada legislatura, y el exministro de Agricultura, Luis Planas. El perfil de la alta funcionaria respondería a la voluntad del dirigente socialista de potenciar la igualdad de género dentro del Consejo de Ministros y dar visibilidad, en este caso, a una mujer que se ha labrado una larga trayectoria internacional en las principales instituciones de todo el mundo.

Licenciada en Ciencias de la Información en la Universitat Autònoma de Barcelona y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad de Columbia, Gallach fue portavoz y directora de Comunicación de Javier Solana en su etapa como secretario general de la OTAN (1996-1999) y también como jefe de la diplomacia europea (1999-2009). El año siguiente se encargó de la portavocía en Bruselas de la presidencia española de la Unión Europea y, tras otros cargos internacionales, se convirtió en vicesecretaria general de la ONU (2015-2017), etapa en la que coincidió con Ban Ki Moon y Antonio Gutérres de presidentes.

LOS OTROS CANDIDATOS

Junto a la alta comisionada, los otros favoritos para sustituir a Borrell son Albares y Planas. Diplomático y asesor internacional de Sánchez, a quien acompaña en todos su viajes, Albares sería un nombramiento bien recibido por el cuerpo de Exteriores. El de Planas sería una opción más política, pero el ministro ya ha ejercido de embajador en Marruecos y ante las instituciones europeas. Su trayectoria es muy amplia: eurodiputado, diputado, senador y consejero de la Junta de Andalucía. Su hipotética designación, además, profundizaría en la tendencia de Sánchez a dar puestos de gran responsabilidad a socialistas andaluces críticos con Susana Díaz, después de haber impulsado como vicepresidente del Congreso a Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.

Algunas fuentes, sin embargo, apuntan otra posibilidad: que Borrell, que ganó las elecciones del pasado domingo con 20 europarlamentarios tras haber mostrado en privado reticencias a asumir la candidatura a Estrasburgo, continúe como ministro. Pero el dirigente catalán, que ya encabezó la lista de los socialistas a la Eurocámara en el 2004, está llamado, en principio, a ocupar un puesto de alta responsabilidad en la futura Comisión Europea. Ese fue, según fuentes de la Moncloa, el compromiso que Sánchez adquirió con él cuando le nombró candidato.