Pedro Sánchez avanza en la ronda de contactos exploratoria en búsqueda de soluciones al bloqueo institucional. Este miércoles el secretario general de los socialistas ha conversado con el líder de IU, tras las llamadas a Mariano Rajoy y Pablo Iglesias de este martes. Aunque el secretario general de los socialistas anunció que abriría el contacto de mayor a menor, no ha trascendido ninguna conversación con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, antes que con Garzón.
Fuentes de la dirección de IU informan que su 'número 1' ha transmitido a Sánchez que está dispuesto a "apoyar una hipotética investidura del PSOE" siempre que se comprometa un programa social que permita "mejorar la vida de la clase trabajadora". Garzón ha anunciado que concretará estas medidas el próximo sábado, en una declaración política que fijará sus prioridades. Entre ellas estará una reforma fiscal progresiva, un plan de empleo, la derogación de la reforma laboral del PP, la garantía de suministros básicos y la reforma de la Ley Electoral. "Creemos que hay números parlamentarios para frenar el neoliberalismo más salvaje y dar oxígeno a las familias", ha señalado.
Garzón asume que el diálogo con el PSOE conllevaría "el esfuerzo" de trabajar para lograr el apoyo o la abstención de Ciudadanos, PNV, Compromís, PDC y otras fuerzas que estén dispuestas a asumir "un programa de gobierno que contenga elementos suficientes para servir de esperanza para las clases populares".
El líder de IU ha transmitido a Sánchez que se debe desbloquear la situación de parálisis política a través del diálogo y propuestas programáticas que sean coherentes.
En las conversaciones del martes, el jefe de los socialistas no consiguió grandes avances. Iglesias le señaló que ve incierta la vía de un entendimiento entre PSOE, Podemos y Ciudadanos y que, a su juicio, se debería explorar el acercamiento a los nacionalistas vascos y catalanes. Con Rajoy conversó diez minutos, tiempo escaso pero suficiente para recordarle que no levantará su rechazo al dirigente conservador.
