Todo la Generalitat está en stand by, en una congelación que significa que no se toman grandes decisiones más allá de lo estrictamente necesario como una licitación, concursos o un programa que deba implementarse porque vencen los plazos. En la consejería de Presidencia, por ejemplo, los cargos ministeriales llegados de Madrid han decidido adoptar un control «no visible» y no invasivo. Para hacerse una idea: no hay reuniones en el Palau de la Generalitat porque ambas partes así lo han querido. Se evita el histórico edificio de la plaza de Sant Jaume y se realiza la cita en otras dependencias de Presidencia en Barcelona.

«Los responsables ministeriales son cuidadosos, no quieren una humillación», explica un alto cargo catalán. Lo más farragoso es previo al 155: el control financiero desde Madrid de cada una de las facturas que se emiten. Lo que sí hace desde la ejecución del 155 la Generalitat es enviar al ministerio correspondiente en Madrid un informe relativo a cualquier decisión importante que se quiere tomar. Los informes, por cierto, se envían en catalán, y el correo electrónico al director general o al subsecretario de turno explicando el envío del informe sí se escribe en castellano. Pero no toda la comunicación es en castellano dado que en Madrid existe, se supone, un servicio de traducción de los expedientes.

Los cargos catalanes subrayan que la tarea de sus homólogos ministeriales está muy encarada en la preparación y celebración de las elecciones, más que en el control concreto de cada paso que da la administración catalana. Pasos que son pocos porque la cúpula de la Generalitat está en funciones y en estos periodos siempre se toman pocas decisiones de calado.

La preparación de las elecciones, en coordinación con Madrid, se lleva a cabo en las consejerías de Interior, Economía y Presidencia, donde ya se están preparando las campañas informativas de los comicios. Unas campañas que irán a cargo de la administración catalana. También es previsible que la web que acoja toda la información electoral sea la de la Generalitat. Está por ver si también son cargos de la Generalitat los que informan del resultado de los comicios la noche del 21 de diciembre.

El secretario general asume la interlocución con la subsecretaría general de los dos ministerios vinculados a Territorio: Agricultura y Fomento. Por su parte, los secretarios sectoriales, de medio ambiente e infraestructuras tienen relación con los secretarios generales a nivel ministerial.

El día a día es de cierto estancamiento de los proyectos, salvo los estrictamente necesarios porque se puedan perder subvenciones o ante temas urbanísticos cuyos plazos de ejecución vencen.

Los representantes de la consejería llevan al Consejo Técnico los asuntos que considera prioritarios «por oportunidad y necesidad». Esta actividad política se desplaza al Consejo de Ministros, adonde llega con un expediente íntegro con la propuesta.