El Gobierno no ha querido entrar en la crítica que lanzó el presidente, Quim Torra, sobre los criterios de reparto de la transferencia de 16.000 millones de euros que hará a las comunidades autónomas para hacer frente a los gastos que ha supuesto frenar la pandemia. Torra aseguró el domingo que el Ejecutivo central "asfixia a Cataluña" y pidió 15.000 millones de euros solo para la Generalitat catalana para compensar las pérdidas en el sector turístico, comercial, cultural y de las entidades sociales.

Tras el Consejo de Ministros de hoy, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado que la expresión que utilizó el presidente de la Generalitat de Cataluña le recuerda al "España nos roba" y le ha afeado que viva en el "descontento permanente". Montero ha añadido que ve a Torra "empeñado" en su "lucha política" por la independencia incluso cuando ahora "el conjunto del país" está "concentrado en la lucha contra el covid-19".

Montero ha explicado que el Gobierno no solo ha puesto a disposición de comunidades los 16.000 millones del fondo no reembolsables, sino que suma ya una "cantidad histórica", al alcanzar los 24.500 millones después de: la actualización de las entregas a cuenta, los 300 millones que transfirió el Ministerio de Sanidad, otros 300 millones que transfirió el Ministerio de Políticas Sociales y las becas comedor. Para ello, ha subrayado, la Moncloa ha tenido que endeudarse y asumir déficits con el fin de hacer llegar esos recursos a las autonomías y que estas no vieran perjudicadas sus cuentas públicas. Esos fondos, según ha pedido el Ejecutivo central, deben ir a costear las inversiones en sanidad y educación.

La ministra cree que el mejor síntoma de que el reparto ha sido "equitativo y justo" es que ningún territorio está plenamente contento con el reparto de los fondos. Según Montero, si se hubiera producido el reparto a medida de un territorio, eso habría sido a costa de otro.